UNICEF: 200 millones de niños menores de cinco años pasan hambre


18/11/2009


"El hambre no depende de la escasez de alimentos sino de la falta de instituciones capaces"

Más de 25.000 morirán de hambre durante los tres días que durará la cumbre de la FAO.

* Las peticiones de alimentos a Cáritas se incrementan un 40% en solo 6 meses

REDACCION HO.- Alrededor de 200 millones de niños menores de cinco años residentes en países en vías de desarrollo padecen malnutrición. Según datos de UNICEF, la malnutrición, que se origina por la desnutrición crónica materna e infantil, causa la tercera parte de las muertes de los niños en ese tramo de edad:

"Más de una tercera parte de los niños que mueren de neumonía, diarrea y otras enfermedades podrían haber sobrevivido de no haber estado malnutridos."

La organización Save the Children ha calculado que más de 25 mil niños van a morir de hambre durante los tres días que durará la Cumbre de la FAO, inaugurada hoy en Roma.

Para esta organización, el hambre infantil acabaría si los niños que en la actualidad la padecen contaran con 167 euros cada uno. Esta cantidad les proporcionaría una alimentación adecuada durante los dos primeros años de su vida.

Según la directora ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, los primeros mil días de la vida de un niño son los más críticos en su desarrollo, y las carencias nutricionales durante este período pueden reducir la capacidad para luchar y superar una enfermedad además de verse afectadas las capacidades sociales y mentales del niño:

"Aquellos niños que han sufrido malnutrición suelen tener mala salud a lo largo de sus vidas y ven sus habilidades cognitivas dañadas o limitadas sus capacidades de aprendizaje y las posibilidades de ganar un salario digno."

La malnutrición aguda se ve asociada a problemas en el desarrollo mental y suele ser imposible de corregir. Un niño que sufra de malnutrición aguda es probable que a lo largo de su vida sufra de mala salud y bajo rendimiento, así que la solución radica en la prevención.

UNICEF señala que se puede conseguir la reducción y la erradicación de la malnutrición, y que ya se han hecho progresos mediante iniciativas como la del suministro de micronutrientes a las poblaciones más vulnerables.

Uno de estos avances ha sido el de dar a los menores sal yodada y suplementos de vitamina A, algo que ha conseguido reducir la mortalidad infantil. Así, en los países en vías de desarrollo el porcentaje de menores que recibían estos suplementos en el año 2000 ascendía al 41 por ciento, mientras que en 2008 ya fue del 88 por ciento.

De todas las intervenciones probadas, la de alimentar a los menores exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida, junto con una alimentación complementaria adecuada, puede tener un impacto directo y significativo en la supervivencia del niño, reduciendo potencialmente la mortalidad de los menores de cinco años del 12 al 15 por ciento.

En la inauguración esta mañana de la Cumbre de la FAO, el Papa ha denunciado que el mundo produce alimentos suficientes para todos, pero no llegan a los 1.000 millones de personas que pasan hambre en nuestro planeta. "No es posible continuar aceptando la opulencia y el derroche", ha advertido Benedicto XVI.

Más información en Manos Unidas y Cáritas.

M. Vidal Santos Lun, 16/11/2009 - 20:56h

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¡Pobres niños!, es un gran

Enviado por teresa de jesus el Lun, 16/11/2009 - 22:09.

¡Pobres niños!, es un gran contrasentido que exista tanto desarrollo social y económico y sigan muriendo niños de hambre en el mundo. Cuando como manifiesta nuestro querido Papa Benedicto XVI, en el mundo se producen alimentos suficientes para todos.

¿Para que están creados los organismos internacionales?.

Esto es lo que ocurre cuando no se respetan los verdaderos valores humanos y la dignidad de las personas.

No me extraña, porque a quien no le importa el derecho a la vida de los seres humanos mas desprotegidos, menos le importa el hambre del mundo.

Estamos viviendo una época en la que se rinde culto al materialismo feroz, y a los placeres y ahí evidentemente no tiene cabida para muchos el sufrimiento de los demás. Esos son los becerros de oro de nuestro tiempo.

http://www.hazteoir.org/node/25501

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