La transfobia en el salvador: un relato real

De: Omar Banos

Asunto: Un incidente de transforbia en Hotel Mariscal
A: "edwin hernandez"

Fecha: martes, 17 noviembre, 2009, 10:50 pm

Edwin,
Me gustaría que pueda compartir este correo con sus colegas de La Alianza por la Diversidad y otras
organizaciones afines.
Como le comenté, el domingo 15 de noviembre alrededor de las ocho de noche, al regresar de cenar con usted, el hotel donde estaba hospedado cometió un acto de transfobia. La dueña de dicho hotel habló conmigo para informarme que no permitía a mujeres transgénero en el hotel.
Durante la tarde, cuatro mujeres transgénero de ASPIDH Arco Iris, usted y yo habíamos estado en mi habitación trabajando en unas cuestiones de la organización. No hubo relajo, ni nada por el estilo que justificara que la señora pidiera que ellas no fueran aceptadas en el hotel. Sin embargo, la dueña del hotel consideró que las mujeres transgénero le "daban mala imagen" a su hotel. Entre las cosas que me dijo, fueron: "Por favor no se reúna con ese tipo de personas en este hotel.
Yo soy muy conocida y la gente habla. Este es un hotel familiar. Si vinieran vestidos de hombre no habría
problema, pero vestidos de mujeres no entran aquí". Dijo muchas cosas más que consideré transfobia, discriminación y agresión.
La señora no me pidió que dejara el hotel. Pero yo no me iba a quedar --y mucho menos dar mi dinero- en un negocio donde discriminan a personas de la comunidad LGBT. En ese mismo momento dejé la habitación y cambié de hotel. Le informé a la señora que lo estaba haciendo era un acto de discriminación. Le importó poco; me pidió que "comprendiera" su situación. El descaro que nos piden que entendamos porque nos discriminan, que entendamos porque nos matan, que entendamos que ellos
piensan que somos basura.
Así como las mujeres trans y yo fuimos discriminados de una manera muy sigilosa --y que es la más visceral y difícil de entenderla como discriminación --lo seguirán siendo cientos y miles de personas LGBT en El Salvador por negocios y demás que atropellan nuestros derechos. Si por ahora no hay leyes que regulen y castiguen la discriminación por orientación sexual o identidad de género, debemos usar el poder económico que tenemos como ciudadanos para combatir las agresiones de los negocios que
nos discriminan.
Le comuniqué a la señora que sus acciones de discriminación tienen consecuencias. Por el momento era una consecuencia económica. El dinero que pudo haber ganado por una semana de hospedaje lo perdió y espero que los que leean este correo se solidaricen con el boycoteo.
Para mí sería muy fácil agachar la cabeza, aceptar que así son las cosas de la vida y que nunca nada va a cambiar en el país. Pero esa desidia es para aquellos que creen que no valen nada, que los demás pueden atropellar nuestros derechos y que nosotros tenemos nuestro puesto de silencio y humillación en la sociedad. Eso ya no va con nosotros.
Le pido que se una y solidarice para boycotear el hotel el mariscal ubicado sobre Blvd. Escalón media cuadra abajo de Galeria Escalon. Por favor, comunique y comparta con sus colegas y otras organizaciones afines este incidente y sugiérales que no hagan negocio con el hotel, que no hospeden a invitados en ese hotel, que no realicen ningún tipo de actividades en ese hotel. De hacerlo después de conocer este incidente, sería una bofetada a los derechos humanos de la comunidad LGBT de El Salvador.

Atentamente,

Omar Banos


Locura: Hacer la misma cosa repetidamente y esperar
diferentes resultados, Albert Einstein

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