El niño invisible.

Los niños juegan a imitar la vida de los adultos: aprenden nuestras costumbres, acogen nuestras virtudes y defectos, reproducen nuestra manera de relacionarnos con los otros. Si observamos bien esas diminutas escenificaciones de nuestra vida cotidiana, descubriremos probablemente más sobre nosotros mismos que en cualquier sesión de psicoanálisis. Los niños son nuestro mejor espejo.

Juventudes expresandose libremente, aprovechar estos espacios para manifestarse.

Las juventudes deben de aprovechar estos espacios para divertirse libremente sin adultismos y paternalismos, deberian de manisfestarse en sus necesidades y exigir mas respeto a sus diferentes expresiones.

No mas Trata de Niñas en Latinoamerica...


María Fernanda Aguirre desapareció el domingo 25 de julio del 2004 cerca de su casa, cuando realizaba un encargo a su madre. Entonces, tenía 13 años y vivía en San Benito, un pueblo de 6.500 habitantes cercano a Paraná, la capital de Entre Ríos. A partir de una serie de pistas recabadas, puede concluirse que Fernanda habría sido secuestrada para ser explotada sexualmente por redes de trata.

En la causa por su desaparición estuvo implicado Miguel Ángel Lencina, un preso que cumplía una pena de 20 años de prisión por dos asesinatos pero estaba libre por un permiso judicial. Incluso el entonces gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, señaló a Miguel Ángel Lencina como autor del secuestro de Fernanda, aportando como única evidencia una serie de antecedentes por el delito de violaciones reiteradas cometidas por este. Lencina fue detenido, pero días después, fue hallado ahorcado en su celda de la seccional quinta de Paraná, y con él se perdió todo posible rastro sobe el destino de Fernanda. Las crónicas periodísticas dieron cuenta de que el cuerpo del “suicidado” había aparecido colgado a una reja del techo del patio cerrado, a la que habría llegado subiéndose a una silla o trepando una puerta. En el cuello, Lencina tenía “un surco de ahorcadura” -según dice la autopsia-, pero nunca se hicieron otros estudios para determinar si la marca era previa o posterior a la muerte. Hoy, la única detenida por el secuestro de Fernanda es la viuda de Lencina, Mirta Chávez, quien fue condenada a diecisiete años de prisión. Otro de los imputados es Raúl Monzón, que es acusado de haber tenido a Fernanda en su casa luego del rapto. Sus vecinos testificaron en su contra, pero debido a falta de pruebas quedó libre.
Los caminos de la trata
Las pistas más firmes que se encontraron en la causa fueron notas que dejó Fernanda en lugares públicos en diferentes regiones del país. La primera apareció en una botella, en diciembre de 2004. Decía que dos hombres que no conocía la tenían secuestrada y abusaban de ella. La segunda nota, que se encontró en enero de 2005, en Morón, decía “Auxilio. Fernanda Aguirre”, debajo había escrito “Portugal”. La última, fue hallada ese mismo año en el baño de un bar de Salta. En ese mensaje consignaba la fecha en que iban a estar en una conexión con el Plaza Hotel de esa provincia, y decía que quienes la tenían eran prostituyentes.

El caso de Fernanda es uno de entre los muchos de desaparecidas en democracia, hoy se cumplen ocho años de su desaparición: no se han encontrado nuevas pistas sobre qué pasó con ella y aún no se sabe dónde y cómo está. Su madre, María Inés Cabrol, murió de cáncer el 11 de mayo del 2010, tras seis años de intensa búsqueda de su hija. Su lucha es muy recordada en la sociedad ya que el de Fernanda fue uno de los primeros casos de trata que salieron a la luz en la Argentina y uno de los pocos que se pudo llevar a juicio. Aunque todavía Fernanda no fue encontrada su búsqueda liberó a decenas de chicas que se encontraban tratadas. Hoy en día es el padre de Fernanda quien continúa impulsando la causa judicial sobre la desaparición de su hija, quien tomó la responsabilidad de luchar para que el hecho no quede impune y quien continúa buscando a Fernanda.

PARAGUAY: Horrenda historia de abuso e incesto

 

Por Víctor Franco Novarecci
Un hombre mantuvo en cautiverio y abusó por 4 años de su hija desde que la niña tenía 13 años. Tuvo tres hijos con su propia hija; es padre y abuelo de los niños. Por eso fue condenado a 22 años de prisión.
Esta es la historia de Agapito Ocampos Fernández (55), quien desde el 2001 hasta el 2005 mantuvo en cautiverio a su hija en una vivienda en Asunción y sistemáticamente abuso sexualmente de la misma, hasta que la cuñada del hoy condenado denunció el hecho a las autoridades y el padre de la menor fue detenido.
Para esa época, la menor ya quedó embarazada en tres ocasiones de su padre y tuvo dos hijos y una hija. Agapito es el padre y abuelo de los niños.
Los primeros párrafos de esta historia parecen extraídos de una novela de ficción; sin embargo, se desarrolló en Asunción, por largos cuatro años, y dejó grandes secuelas en la víctima y su familia.
Según la denuncia realizada por la tía de la víctima, Ocampos Fernández mantuvo encerrada a su sobrina y la sometía sistemáticamente a abusos sexuales, siempre bajo amenazas de todo tipo.
Las psicólogas Clara Susana Torres y Ana Soilán fueron las encargadas de entrevistarse con la menor víctima y, según sus conclusiones, quedó confirmado que Agapito violó a su hija.
“La señorita relató lo ocurrido en esos años (2001-2005) en que era abusada con violencia, psicológica y física, de parte de su padre Agapito Ocampos”, expresa una parte del informe de la psicóloga Ana Soilán.
Sigue diciendo el informe de la profesional que “continuando con el cúmulo probatorio, las pruebas de ADN son contundentes y concluyentes que Agapito Ocampos es el padre biológico de los tres menores, con una probabilidad de paternidad mayor al 99,99%, es decir, Ocampos es papá y abuelo de sus hijos-nietos, a través de constantes abusos violentos a su menor hija”, señala la parte final del informe de la licenciada.
“Me daba asco cuando todos los días me violaba, bajo amenazas de que iba a matar a mi madre o iba a violar a mi hermanita menor”, dijo la víctima en una de las entrevistas con las profesionales que atendieron el caso.
La fiscala Natalia Acevedo, quien llevó el caso, también se basó en el informe de las psicólogas para solicitar la pena para el imputado.
“Agapito ha admitido en su declaración ante el Tribunal de Sentencia que mantuvo relaciones sexuales con su hija biológica”, señaló la fiscala Acevedo.
CONDENA


Los jueces Miguel Ángel Bernardes, Blas Ramón Cabriza y Víctor Hugo Alfieri resolvieron el 27 de diciembre de 2011, atendiendo a los fundamentos expuestos durante el juicio, que Agapito Ocampos Fernández es culpable de los delitos de coacción sexual e incesto.
Por lo tanto, resolvieron condenar al procesado a la pena de 22 años de prisión. Sin embargo, la sentencia fue apelada por la defensa del condenado.
Los magistrados Anselmo Aveiro, José Agustín Fernández y Delio Vera Navarro, miembros del Tribunal de Alzada, segunda sala, analizaron la condena y el pasado 4 de julio confirmaron la misma en todas sus partes.
El doctor José Agustín Fernández, preopinante en el caso, señala que en el juicio oral y público se pudo comprobar que existió el hecho punible de coacción sexual y refiere que la sentencia se basó en el informe elaborado por la licenciada Ana Soilán, que fue redactado luego de escuchar a la víctima.
“El caso refleja un grave ejemplo de degeneración de convivencia familiar, por los bajos instintos repulsivos de un padre de familia absolutamente incapaz de asumir su rol y que no ha escatimado esfuerzo en someter por años a su hija biológica, ocasionándole, además de dolencias físicas y aflicciones propias de una coacción sexual, graves secuelas psicológicas”, dice el magistrado José Fernández.
Por lo expuesto, solicitó que la sentencia de primera instancia sea confirmada en todos sus términos y a este voto se unieron los otros dos integrantes del Tribunal.
Hoy, Agapito Ocampos guarda reclusión en la cárcel de Tacumbú, donde estará preso. La menor violada por años hoy es mayor de edad y tuvo el acompañamiento de profesionales psicólogos para poder sobrellevar su situación.

http://www.abc.com.py/especiales/fin-de-semana/horrenda-historia-de-una-violacion-428010.html

Pornografía infantil, nuevo flagelo en Centroamérica

 

Por José Meléndez - Corresponsal El Universal
 
Después de México, Brasil y Holanda, el istmo es un mercado emergente para la comercialización de productos que involucran a menores-
La pornografía infantil es un problema creciente en Centroamérica, “una de las plazas de la industria de producción, distribución y venta” de ese material, dijo la costarricense Rocío Rodríguez, directora ejecutiva de Alianza por Tus Derechos, en una entrevista con EL UNIVERSAL.
Tras explicar que, después de México, Brasil y Holanda, Centroamérica es un mercado emergente en pornografía infantil, con “una ‘cifra negra’ de producción”, Rodríguez reveló que “sospechamos que se está produciendo en los mismos hogares, con hijos e hijas de familias pobres a los que los negociantes les pagan para producir videos caseros que luego se comercian”.
“El uso de menores de edad en material pornográfico, el sometimiento y ultraje que esto implica, es una de las formas más alarmantes y graves que menoscaban la dignidad de niñas, niños y adolescentes”, acotó Rodríguez.
La situación en Honduras es dramática, según la periodista hondureña Istmania Pineda, presidenta de Xibalba, organización defensora de los derechos humanos que investiga delitos sexuales.
“Es de conocimiento de las autoridades que hay adultos que por un pedazo de pan y por un dólar” filman a menores, afirmó, en declaraciones para este diario.
Para el abogado guatemalteco Leonel Dubón, director ejecutivo de El Refugio de la Niñez, ONG guatemalteca que investiga el fenómeno, “el negocio es controlado por el crimen organizado”.
“Son estructuras criminales dedicadas a compra y venta de seres humanos en diferentes manifestaciones, la explotación sexual es una, la trata de personas hacia Estados Unidos o Europa es otra y la pornografía infantil es otra. Aunque aparentemente es doméstica, es toda una industria con jugosas ganancias”, puntualizó, consultado por este periódico.
Factor tecnológico


Estadísticas del Poder Judicial de Costa Rica advirtieron de un aumento en más del 50% de las denuncias por pornografía infantil. De 2010 a 2011, el Ministerio Público de Costa Rica recibió, solo en esta capital, 80 denuncias de casos de pornografía infantil y delitos sexuales ligados a menores de edad, informó Eugenia Salazar, fiscal de Delitos Sexuales.
“Por factores tecnológicos, son delitos muy complicados de probar”, pues con falsa identidad se accede a pornografía infantil en Internet, aseguró.
“Los abusadores no son violentos en la agresión física o de utilizar armas y provocar daños. Pero para mí son más peligrosos: si colocamos el bien jurídico de la propiedad a la par del bien jurídico de la integridad de la vida o del libre y sano desarrollo psicosexual de menores de edad, no se compara. Son peligrosos”, alertó.
Por su parte, la costarricense Rodríguez, de Alianza por Tus Derechos, aseguró que “una producción de pornografía infantil colocada en Internet nunca se recupera ni se puede eliminar del sistema. Es una perpetuación de la violación en soportes digitales que serán vistos por gran número de personas”.
Niñez abandonada
El fenómeno está estrechamente ligado a una niñez sometida en la zona a abandono, violencia y exclusión. En Guatemala, con 49% de la niñez en desnutrición crónica, en 2011 se registraron 11 mil casos de violencia sexual en la red hospitalaria y 7 mil de maltrato infantil, mientras que dos mil niñas y 22 mil 613 adolescentes fueron madres, según consigna El Refugio de la Niñez.
“Más de 500 niños y adolescentes murieron de forma violenta y alrededor de mil 200 murieron por descuido o negligencia”, narró Dubón.


“La pornografía infantil es un problema invisibilizado totalmente y no hay capacidad en Guatemala para investigar hasta qué punto afecta a niñas y niños. Pero por estar invisibilizado, nos da la pauta de que pasa como con la trata de adolescentes víctimas de explotación sexual por catálogo, en la que hay funcionarios públicos involucrados y hay interés por mantenerla oculta”, denunció.
La guatemalteca Nidia Aguilar, defensora de la Niñez, Juventud y Adolescencia de la estatal Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala, reveló a este periódico que aunque se carece de datos exactos, “calculamos que al menos 10% de denuncias que recibimos tienen que ver con acoso sexual, especialmente a jovencitas con fines de pornografía”.
“Hemos tenido problemas dentro de colegios e institutos (de primaria y secundaria) en los que se filman videos caseros y se trasladan a Internet, no para comercializarlo en las calles pero que de todos modos afectan la integridad de niñas y adolescentes”, puntualizó.
“Pero sí hay comercio. Es una industria”, admitió, al señalar que la policía guatemalteca ha allanado casas en las que se produce la multiplicación masiva de videos y discos compactos con pornografía infantil. Al respecto, Dubón informó que “todo va ligado a la piratería. El que aparece vendiendo videos en las calles es el último eslabón, pero detrás hay toda una estructura. En Guatemala han desmontado algunos laboratorios de piratería donde han recuperado equipo de millones de dólares. Es una industria fuertísima”.


Según la periodista Pineda, gran cantidad de películas de categoría XXX “de origen guatemalteco” y decoradas con etiquetas de dibujos animados para encubrirlas, son comercializadas “libremente” por vendedores ambulantes en mercados callejeros de Tegucigalpa y su vecina Comayagüela. En el corazón de la capital guatemalteca, el Mercado La Presidenta es un punto clave del negocio, igual que otros comercios sin control en algunas ciudades centroamericanas.

http://www.eluniversal.com.mx/internacional/78732.html

En La Union se esta hablando ya de una nueva paternidad con enfoque de genero y sin violencia.


Junio 28 de 2012.

La Union, El Salvador, taller sobre la masculinidad y paternidad con enfoque de genero, para asumir una nueva etapa sin violencia en hombres y mujeres.

Emilio Pacheco, nuestro miembro representante en este departamento, referente y un hombre contra la violencia facilito el taller a solicitud del grupo, el siempre esta dando su aporte a la sociedad de como se puede erradicar la violencia desde el reconocimiento que fuimos construido para ejercerla y luego asumir una nueva forma de relacionarnos entre nosotros y nosotras.

El es un ejemplo de que si se puede cambiar cuando se hace la propuesta y se usa la metodologia adecuada, asumiendo un nuevo compromiso de cambiar y ayudar a otros hombres a cambiar.