“Economía doméstica para bachillerato y magisterio”. Sección Femenina. 1958.


A nuestras abuelas les impartian estas clases en las aulas, este es modelo español pero que se ha aplicado en este pais de efecto rebalse y con alto contenido de imitacion a modelos que se creen mas "desarrollados", cuando me preguntan en los grupos de hombres por que la mujer no ha podido sublevarse al modelo masculino hegemonico les contesto que por el bombardeo intenso en la psiquis de las mujeres convenciondelas que el modelo patriarcal funciona y es el unico que les conviene, es como darle enfoque de genero al planteamiento de Gramsci con respecto a la opresion de los pobre y como mantienen el modelo opresor, ademas de los castigos que han recibido las mujeres que se han atrevido a pensar diferente (hombres tambien) que van desde la marginacion o burla, golpes llegando hasta la quema publica como brujas o hechiceras, esto marca al resto de mujeres, y les obliga a callar, pero como toda injusticia, cuesta mantenerla, mujeres valientes se han atrevido a alzar su voz y reclamar sus derechos, negados por el patraircado, y junto a ellas estamos nosotros apoyando y acompañando esas justas luchas por cambiar este modelo hegemonico masculino por otro de respeto, tolerancia, justo y con equidad donde el sexismo, misoginia y homofobia no este presente.

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Extractos de “Sección Femenina” de la Falange Española y de la JONS – partido único del Movimiento Nacional-, editado en 1958.

“Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato preferido. Ofrécele a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.

Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.

Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.

Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones, su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.

Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo.

Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama…. Si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche. En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte.”

“Economía doméstica para bachillerato y magisterio”. Sección Femenina. 1958.



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