Opus Dei, ¿sociedad secreta?: así ven el fenómeno desde Estados Unidos

El Opus Dei ya ha pasado a la leyenda... urbana. En un número especial del revista Time, dedicado a sociedades secretas, el Opus aparece acompañado de nombres tan dispares - e ilustres de toda conspiración que se precie- como los masones, los illuminati o los rosacruces.


Eso sí, el Opus aparece inscrito dentro del apartado de 'religión' y su presencia se justifica por el éxito de la obra de Dan Brown, el autor de El Codigo Da Vinci y El Símbolo Perdido.

Y es que, como recuerda Time, la caracterización que Dan Brown hiciera de la orden religiosa -que encarnaban a los 'malos' en su best-seller El Código Da Vinci- partía de un relato "basado en numerosos libros que se han hecho sobre el Opus y en una serie de entrevistas" que, según el autor, realizó personalmente.

Time atribuye a Brown haber dibujado una orden "poderosa, ultraconservadora, caracterizada por un ritual sadomasoquista", a la que califica como "exitosa y secreta".

La reacción del Opus

Sin embargo, y pese a que el Opus intentó contrarrestar la mala imagen dada por la novela de Dan Brown, intentando en el año 2006 romper su histórico silencio y ofrecer acceso a sus archivos a determinadas personalidades que pudieran tener relevancia mediática, lo cierto es que los críticos no parecieron sentirse satisfechos.

El 'Octopus Dei' -juego de palabras en inglés, octopus siginfica pulpo en castellano-, como lo calificó en su momento la revista Harper´s: "es una empresa autoritoria y semiclandestina que consigue inflitrar a sus tecnócratas, políticos y gestores en los más altos niveles estatales".

Sin embargo, y como recuerda la revista Time, frente a esas interpretaciones con ribetes conspirativos, se encuentra también la propia explicación de la Obra, que se ve a sí misma como una 'guía' para católicos que pretende -según la propia revista- promover "el crecimiento del sentimiento espiritual católico" y que tiene "una mínima coordinación global" sobre como sus miembros aplican sus enseñanzas.

Lo que deja claro el artículo en Time es cuan diferente es la visión del otro lado del Atlántico del Opus Dei debido, posiblemente, al escaso arraigo que tiene en EEUU. Como recuerda la propia Time, de los 87.000 miembros 'reales' de la misma -no simpatizantes-, sólo 3.000 están en dicho país. Eso sí, para la revista estos miembros reciben una rigurosa formación espiritual que enfatiza la actual doctrina de la Iglesia y la filosofía sobre el trabajo y la vida del fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer.

Organización jerárquica

Además ofrece cifras concretas sobre el 'estatus' de los mismos. De los actuales miembros, un 20% serían los 'numerarios', aquellos que viven bajo celibato y en uno de los alrededor de 1.700 'centros' del Opus, que están divididos por género. Aunque tienen trabajos 'comunes', contribuyen con la Obra cediendo gran parte de su sueldo. Del resto, un 70% son 'supernumerarios', que se inscriben dentro de un contexto de vida más común: viven con sus familias y dedican una serie de horas a la semana a la observacion de los principales rituales religiosos marcados por la organización.

Un saludo particular

Pero, ¿puede considerarse el Opus una 'sociedad secreta' o se trata de una mera descontextualización debida a la lejanía geográfica al fenómeno? Para la revista Time no hay lugar a dudas. Habla incluso de la existencia de un 'saludo' particular -igual que lo harían otras sociedades secretas como los masones- que serían las palabras 'Pax' y 'In aeternum'- y afirma que en sus orígenes los miembros no podían siquiera revelar su pertenencia al Opus sin autorización del director de su centro. Asimismo, señala la ausencia de señalización 'a pie de calle' de sus colegios en EEUU como un signo claro de clandestinidad.

Donde Time apunta directamente al terreno de la leyenda urbana es cuando saca a relucir los dos grandes rumores sobre el Opus Dei: el primero, que fuera el promotor real del sindicato Solidaridad, el segundo, que ayudará a 'rescatar' al Vaticano en 1982 tras un escándalo bancario que dejó sus arcas 'tiritando'. Por estos dos motivos, el Papa Juan Pablo II sería un gran simpatizante de la Obra y, a consecuencia de todo ello, habría sido posible el acelerado proceso de santificación de su fundador Escrivá de Balaguer.

Las finanzas de la Obra

No sólo eso. En relación con las finanzas, Time afrima que "la pobreza no es un voto en la Obra". Y cifra sus activos en EEUU en 344,4 millones de dólares y en 2.800 millones de dólares a nivel global, según números del año 2008.

Pese a que Time habla del control exhaustivo que ejerce cada director de centro sobre sus 'numerarios' y señala la actividad de reclutamiento de miembros y de supervisión de las actividades de los mismos, entre otros, para enfatizar el carácter cercano a los 'cultos' de la organización. Sin embargo, en algún caso, incluso altas figuras religiosas de otros tipos de comunidades católicas no lo tienen tan claro. Un importante prelado de una de ellas ha declarado a Time que " no cree que el Opus Dei sea ni un culto ni una mafia" sino que "se trata sencillamente de que tienen un enfoque preconciliar, al haberse originado antes del famoso Concilio Vaticano Segundo".

¿En conclusión? Más allá de la variedad de enfoques, Time deja en el aire un posible ¿temor?. Y es que el arraigo de este tipo de organizaciones en EEUU -cuyos católicos define claramente como 'postconcialeres'- puede afectar a que el catolicismo en este país se convierta en "más hispano" y, por lo tanto, en una religión "más conservadora" para las próximas décadas.

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