EL SAPO Y EL ALACRAN. Y solo el Alacran: dos fabulas

Durante mucho tiempo esta fabula (la primera) la crei como algo real, en ese tiempo pensaba que mi violencia era natural, que habia nacido con ella, que era herencia de mi padre (que luego les cuento su historia), era genetico, no podia yo erradicarla, luego de pasar por procesos de reflexion y revision de mi masculinidad y encontrar nuevas formas de relacion para con los/as demas, veo que me identifico con la segunda fabula, a pesar de perseverar en los talleres que facilito y a veces no llegan casi nadie, no descanso en mi utopia de cambiar esa sociedad y proponerles a otros hombres (y pocas mujeres) erradicar la violencia en sus vidas. Siento que mi minimo de poder ha crecido con los comentarios de apoyo que amigos y amigas me hicieron desde que publique algo sobre eso. Abrazos solidarios.

xxxxxxxxx xxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxx xxxxx

El Sapo y el Alacran (fabula) 

Hubo una vez un sapo Hualo que estaba en la orilla de una extensa quebrada, recostado sobre una rama cerca a la orilla, muy cerca al agua, observando las hojas de los arboles, tratando de ver el cielo, contemplando la hermosura de la naturaleza; un Alacrán lo observaba de atrás de unos arbustos, tratando de hacerse amigo del sapo Hualo, botando la vergüenza, poniendo su mejor rostro de amistad, se acercó al sapo Hualo y le dijo:-¿me ayudarías a cruzar al otro lado de la quebrada? Por favor. Yo me subo en ti y tu nadas hasta el otro lado.


-No, no puedo hacerlo, si tu te pones sobre mi, puedes picarme y yo de seguro que moriría al instante.

-Piénsalo, si yo te pico, en medio de la quebrada tu morirás, pero también yo moriré, por que si tu te hundes yo me hundo también y moriré junto contigo, solo quiero ir al otro lado, ¿me ayudarás? Al sapo Hualo, esas palabras no le sonaban sinceras, en su pequeño cerebro, en un micro segundo analizo la propuesta, pero pudo mas el deseo de servir al prójimo. Después de meditarlo por unos segundos el sapo Hualo accedió;

-Está bien, yo te ayudaré, te llevaré al otro lado de la quebrada y luego tu seguirás tu camino solo, te dejo a la otra orilla y yo me regreso a seguir disfrutando del tiempo, de la vida, del viento fresco, de mi vida.

-Estoy de acuerdo contigo, será el primer favor que te pida, te estaré agradecido por el resto de mi existencia.

El Alacrán de un salto subió en el lomo del sapo Hualo, y con mucho esfuerzo nadó el servicial sapo, ya mientras iba a mitad de la quebrada, sintió un picotazo en su cabeza, se asusto e inmediatamente se detuvo y le preguntó al Alacrán:

-¿por qué me picaste? Ahora, definitivamente aquí moriremos los dos.

-Discúlpame, discúlpame amigo sapo, no quise hacerlo- decía el asustado Alacrán - pero no pude evitarlo, esa es mi naturaleza, no puedo controlarlo.

Poco a poco, el pobre sapo Hualo comenzó a perder fuerzas y empezó a hundirse en media quebrada, y el Alacrán junto a el; los dos se fueron al fondo la quebrada para siempre.

Existen muchas personas quienes nunca podrán cambiar, por mas esfuerzos que hagan, siempre serán los mismos dominados de sus actos.

 
El Alacran
 
Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:


"Perdone, ¡ pero usted es terco ! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?".

El maestro respondió:

"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".

Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad; otros la crean. Tenlo presente siempre. Sencillo, no crees??

2 comentarios: