ESTADO DE PELIGROSIDAD1: SER PERIODISTA Y SER DEFENSORA Y DEFENSOR DE DERECHOS HUMANOS EN EL SALVADOR


 La grave crisis de violencia que vive El Salvador, se agudiza con el franco deterioro de la institucionalidad democrática producto de una amalgama de erráticas decisiones de quienes ostentan el poder que están llevando a nuestro país a un clima de inseguridad jurídica, pérdida de credibilidad y confianza de las actuales autoridades, impunidad, institucionalización y legitimación de métodos inconstitucionales y violatorios a los Derechos Humanos y un clima hostil y amenazante a defensoras y defensores de Derechos Humanos y a Periodistas que en el ejercicio responsable y ético de su profesión, investigan, cuestionan y se alejan de la adulación y la complacencia de los altos círculos del poder.
El Salvador, no sólo tiene las tasas de homicidios, femicidios y violaciones más altas del Continente, sino que además y de manera inesperada se está convirtiendo en un país donde pareciera que investigar y defender la verdad se vuelve cada vez más una condición sospechosa, amenazante y conspiradora para intereses que pretenden secuestrar la institucionalidad y el Estado Constitucional de Derecho.
La actuación connivente de estructuras desde el Estado, lesionan la institucionalidad del país y generan una fragilización del tejido social sumando a ello, recurrentes estrategias mediáticas y maquiavélicas de manipulación del sentir social ante el panorama cruento de violencia, pretendiendo encubrir la improvisación y la utilización de métodos cuestionables que ponen al descubierto peligrosos escenarios de contradicciones e incongruencias profundas.
De todo ello es parte la situación que El Faro.net pone al desnudo con la información de la negociación entre el gobierno y cabecillas de maras para la reducción conveniente de homicidios en el país. Las preguntas saltan de inmediato: ¿Por qué las autoridades de seguridad estuvieron en silencio y no quisieron atender a El Faro para dar información?, ¿Por qué la reunión del Ministro Munguía Payés a puerta cerrada y off the record con algunos directores de medios de comunicación excluyó a la dirigencia de El Faro? ¿Cuál es el significado entre líneas de las expresiones del Ministro cuando dice que los periodistas de El Faro están arriesgándose y les
recuerda del asesinato del documentalista Cristian Poveda?¿Por qué periodistas de El Faro están siendo objeto de vigilancia y seguimiento intimidatorio de parte de personeros de la Inteligencia del Estado? ¿Cómo se sustentan las versiones contradictorias e inverosímiles del Ministro en la Conferencia de Prensa?
Tales métodos nos recuerdan las dictaduras militares que otrora impusieran la bota de la persecución y las detenciones arbitrarias, de los desaparecimientos, de la censura y mordaza silenciadora y avasalladora.
1 Referida a la Ley del estado peligroso, durante la dictadura militar del General Martínez donde se señalaba a determinadas poblaciones como peligrosas y bajo sospecha eran inmediatamente perseguidas y capturadas.
En menos de un mes diversas expresiones con lecturas entre líneas han sido dadas desde las fuentes militares de la cartera de seguridad y desde la misma Presidencia de la República, entre ellas las ya señaladas del Ministro con referencia a periodistas de El Faro, las dedicadas por el Presidente al Juez Lizama como “conspirador” y las señaladas hacia organizaciones de derechos humanos laicas y eclesiales, como asesoras de los supuestos grupos armados “revolucionarios” que resultaron ser simples delincuentes………
Hace escasas horas una muestra más del significado de la lectura entre líneas: el cateo allanamiento de las instalaciones del Servicio Social Pasionista, organización humanista dirigida por el Padre Antonio Rodríguez en Mejicanos, deteniendo de manera arbitraria al coordinador del Área de Reinserción de la institución. ¿Dónde está el Debido Proceso? ¿a ello se refería el Ministro de Justicia y Seguridad Pública cuando decía que los Derechos Humanos eran un obstáculo para su estrategia? ¿o el Comisionado Mendoza Cordero cuando expresaba que el papeleo burocrático no dejaba hacer bien su trabajo? ¿es este el ejemplo de los “novedosos” métodos en su ofensiva de “músculo y garra” al estilo del oprobioso “yunque y martillo” que dejó
ensombrecido con el luto a El Salvador? ¿Qué va a pasar con la integridad de los trabajadores detenidos al estilo de los cuerpos represivos del pasado?, ¿aparecerán después sus cadáveres en la lista gubernamental de los homicidios por ajuste de cuentas entre pandillas, tal y como ya está pasando con otras detenciones arbitrarias?¿Pretenden acallar nuestra voz y tender una cortina de humo con estos operativos?
¿Dónde está el Presidente de la República en medio de esta situación de Estado tan delicada?
Las instituciones y las defensoras y defensores de Derechos Humanos estamos conscientes de estas tácticas amedrentadoras y amenazantes, no callaremos!
La señal de ALERTA está encendida y lanzada ante la opinión pública nacional e
internacional: en El Salvador periodistas, defensoras y defensores de derechos
humanos estamos comenzando a ser percibidas y percibidos bajo sospecha, en
estado de peligrosidad y más aún en el blanco de amenazas y atentados.
CEMUJER
San Salvador, 20 de Marzo de 2012

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