Después de México, Brasil y Holanda, el istmo es un mercado emergente para la comercialización de productos que involucran a menores-
La pornografía infantil es un problema creciente en Centroamérica, “una de las plazas de la industria de producción, distribución y venta” de ese material, dijo la costarricense Rocío Rodríguez, directora ejecutiva de Alianza por Tus Derechos, en una entrevista con EL UNIVERSAL.
Tras explicar que, después de México, Brasil y Holanda, Centroamérica es un mercado emergente en pornografía infantil, con “una ‘cifra negra’ de producción”, Rodríguez reveló que “sospechamos que se está produciendo en los mismos hogares, con hijos e hijas de familias pobres a los que los negociantes les pagan para producir videos caseros que luego se comercian”.
“El uso de menores de edad en material pornográfico, el sometimiento y ultraje que esto implica, es una de las formas más alarmantes y graves que menoscaban la dignidad de niñas, niños y adolescentes”, acotó Rodríguez.
La situación en Honduras es dramática, según la periodista hondureña Istmania Pineda, presidenta de Xibalba, organización defensora de los derechos humanos que investiga delitos sexuales.
“Es de conocimiento de las autoridades que hay adultos que por un pedazo de pan y por un dólar” filman a menores, afirmó, en declaraciones para este diario.
Para el abogado guatemalteco Leonel Dubón, director ejecutivo de El Refugio de la Niñez, ONG guatemalteca que investiga el fenómeno, “el negocio es controlado por el crimen organizado”.
“Son estructuras criminales dedicadas a compra y venta de seres humanos en diferentes manifestaciones, la explotación sexual es una, la trata de personas hacia Estados Unidos o Europa es otra y la pornografía infantil es otra. Aunque aparentemente es doméstica, es toda una industria con jugosas ganancias”, puntualizó, consultado por este periódico.
Factor tecnológico
Estadísticas del Poder Judicial de Costa Rica advirtieron de un aumento en más del 50% de las denuncias por pornografía infantil. De 2010 a 2011, el Ministerio Público de Costa Rica recibió, solo en esta capital, 80 denuncias de casos de pornografía infantil y delitos sexuales ligados a menores de edad, informó Eugenia Salazar, fiscal de Delitos Sexuales.
“Por factores tecnológicos, son delitos muy complicados de probar”, pues con falsa identidad se accede a pornografía infantil en Internet, aseguró.
“Los abusadores no son violentos en la agresión física o de utilizar armas y provocar daños. Pero para mí son más peligrosos: si colocamos el bien jurídico de la propiedad a la par del bien jurídico de la integridad de la vida o del libre y sano desarrollo psicosexual de menores de edad, no se compara. Son peligrosos”, alertó.
Por su parte, la costarricense Rodríguez, de Alianza por Tus Derechos, aseguró que “una producción de pornografía infantil colocada en Internet nunca se recupera ni se puede eliminar del sistema. Es una perpetuación de la violación en soportes digitales que serán vistos por gran número de personas”.
Niñez abandonada
El fenómeno está estrechamente ligado a una niñez sometida en la zona a abandono, violencia y exclusión. En Guatemala, con 49% de la niñez en desnutrición crónica, en 2011 se registraron 11 mil casos de violencia sexual en la red hospitalaria y 7 mil de maltrato infantil, mientras que dos mil niñas y 22 mil 613 adolescentes fueron madres, según consigna El Refugio de la Niñez.
“Más de 500 niños y adolescentes murieron de forma violenta y alrededor de mil 200 murieron por descuido o negligencia”, narró Dubón.
“La pornografía infantil es un problema invisibilizado totalmente y no hay capacidad en Guatemala para investigar hasta qué punto afecta a niñas y niños. Pero por estar invisibilizado, nos da la pauta de que pasa como con la trata de adolescentes víctimas de explotación sexual por catálogo, en la que hay funcionarios públicos involucrados y hay interés por mantenerla oculta”, denunció.
La guatemalteca Nidia Aguilar, defensora de la Niñez, Juventud y Adolescencia de la estatal Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala, reveló a este periódico que aunque se carece de datos exactos, “calculamos que al menos 10% de denuncias que recibimos tienen que ver con acoso sexual, especialmente a jovencitas con fines de pornografía”.
“Hemos tenido problemas dentro de colegios e institutos (de primaria y secundaria) en los que se filman videos caseros y se trasladan a Internet, no para comercializarlo en las calles pero que de todos modos afectan la integridad de niñas y adolescentes”, puntualizó.
“Pero sí hay comercio. Es una industria”, admitió, al señalar que la policía guatemalteca ha allanado casas en las que se produce la multiplicación masiva de videos y discos compactos con pornografía infantil. Al respecto, Dubón informó que “todo va ligado a la piratería. El que aparece vendiendo videos en las calles es el último eslabón, pero detrás hay toda una estructura. En Guatemala han desmontado algunos laboratorios de piratería donde han recuperado equipo de millones de dólares. Es una industria fuertísima”.
Según la periodista Pineda, gran cantidad de películas de categoría XXX “de origen guatemalteco” y decoradas con etiquetas de dibujos animados para encubrirlas, son comercializadas “libremente” por vendedores ambulantes en mercados callejeros de Tegucigalpa y su vecina Comayagüela. En el corazón de la capital guatemalteca, el Mercado La Presidenta es un punto clave del negocio, igual que otros comercios sin control en algunas ciudades centroamericanas.
http://www.eluniversal.com.mx/internacional/78732.html
La pornografía infantil es un problema creciente en Centroamérica, “una de las plazas de la industria de producción, distribución y venta” de ese material, dijo la costarricense Rocío Rodríguez, directora ejecutiva de Alianza por Tus Derechos, en una entrevista con EL UNIVERSAL.
Tras explicar que, después de México, Brasil y Holanda, Centroamérica es un mercado emergente en pornografía infantil, con “una ‘cifra negra’ de producción”, Rodríguez reveló que “sospechamos que se está produciendo en los mismos hogares, con hijos e hijas de familias pobres a los que los negociantes les pagan para producir videos caseros que luego se comercian”.
“El uso de menores de edad en material pornográfico, el sometimiento y ultraje que esto implica, es una de las formas más alarmantes y graves que menoscaban la dignidad de niñas, niños y adolescentes”, acotó Rodríguez.
La situación en Honduras es dramática, según la periodista hondureña Istmania Pineda, presidenta de Xibalba, organización defensora de los derechos humanos que investiga delitos sexuales.
“Es de conocimiento de las autoridades que hay adultos que por un pedazo de pan y por un dólar” filman a menores, afirmó, en declaraciones para este diario.
Para el abogado guatemalteco Leonel Dubón, director ejecutivo de El Refugio de la Niñez, ONG guatemalteca que investiga el fenómeno, “el negocio es controlado por el crimen organizado”.
“Son estructuras criminales dedicadas a compra y venta de seres humanos en diferentes manifestaciones, la explotación sexual es una, la trata de personas hacia Estados Unidos o Europa es otra y la pornografía infantil es otra. Aunque aparentemente es doméstica, es toda una industria con jugosas ganancias”, puntualizó, consultado por este periódico.
Factor tecnológico
Estadísticas del Poder Judicial de Costa Rica advirtieron de un aumento en más del 50% de las denuncias por pornografía infantil. De 2010 a 2011, el Ministerio Público de Costa Rica recibió, solo en esta capital, 80 denuncias de casos de pornografía infantil y delitos sexuales ligados a menores de edad, informó Eugenia Salazar, fiscal de Delitos Sexuales.
“Por factores tecnológicos, son delitos muy complicados de probar”, pues con falsa identidad se accede a pornografía infantil en Internet, aseguró.
“Los abusadores no son violentos en la agresión física o de utilizar armas y provocar daños. Pero para mí son más peligrosos: si colocamos el bien jurídico de la propiedad a la par del bien jurídico de la integridad de la vida o del libre y sano desarrollo psicosexual de menores de edad, no se compara. Son peligrosos”, alertó.
Por su parte, la costarricense Rodríguez, de Alianza por Tus Derechos, aseguró que “una producción de pornografía infantil colocada en Internet nunca se recupera ni se puede eliminar del sistema. Es una perpetuación de la violación en soportes digitales que serán vistos por gran número de personas”.
Niñez abandonada
El fenómeno está estrechamente ligado a una niñez sometida en la zona a abandono, violencia y exclusión. En Guatemala, con 49% de la niñez en desnutrición crónica, en 2011 se registraron 11 mil casos de violencia sexual en la red hospitalaria y 7 mil de maltrato infantil, mientras que dos mil niñas y 22 mil 613 adolescentes fueron madres, según consigna El Refugio de la Niñez.
“Más de 500 niños y adolescentes murieron de forma violenta y alrededor de mil 200 murieron por descuido o negligencia”, narró Dubón.
“La pornografía infantil es un problema invisibilizado totalmente y no hay capacidad en Guatemala para investigar hasta qué punto afecta a niñas y niños. Pero por estar invisibilizado, nos da la pauta de que pasa como con la trata de adolescentes víctimas de explotación sexual por catálogo, en la que hay funcionarios públicos involucrados y hay interés por mantenerla oculta”, denunció.
La guatemalteca Nidia Aguilar, defensora de la Niñez, Juventud y Adolescencia de la estatal Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala, reveló a este periódico que aunque se carece de datos exactos, “calculamos que al menos 10% de denuncias que recibimos tienen que ver con acoso sexual, especialmente a jovencitas con fines de pornografía”.
“Hemos tenido problemas dentro de colegios e institutos (de primaria y secundaria) en los que se filman videos caseros y se trasladan a Internet, no para comercializarlo en las calles pero que de todos modos afectan la integridad de niñas y adolescentes”, puntualizó.
“Pero sí hay comercio. Es una industria”, admitió, al señalar que la policía guatemalteca ha allanado casas en las que se produce la multiplicación masiva de videos y discos compactos con pornografía infantil. Al respecto, Dubón informó que “todo va ligado a la piratería. El que aparece vendiendo videos en las calles es el último eslabón, pero detrás hay toda una estructura. En Guatemala han desmontado algunos laboratorios de piratería donde han recuperado equipo de millones de dólares. Es una industria fuertísima”.
Según la periodista Pineda, gran cantidad de películas de categoría XXX “de origen guatemalteco” y decoradas con etiquetas de dibujos animados para encubrirlas, son comercializadas “libremente” por vendedores ambulantes en mercados callejeros de Tegucigalpa y su vecina Comayagüela. En el corazón de la capital guatemalteca, el Mercado La Presidenta es un punto clave del negocio, igual que otros comercios sin control en algunas ciudades centroamericanas.
http://www.eluniversal.com.mx/internacional/78732.html
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