Este día 1 de junio, cumple un año la gestión del señor Presidente Mauricio Funes. Desde la óptica y visión ambiental, con equidad de género y derechos, la red de organizaciones y asociaciones integradas en la Semana ambiental, hacemos un balance de este gobierno y de otros entes del Poder Local y Nacional.
El 1 de junio del 2009, el Presidente Funes señaló, entre otras cosas:
Que su gobierno arrancaba con el Plan Anti Crisis, sobre todo para responder al problema crítico de la economía mundial y que éste se fundamentaba en varios ejes, especialmente resguardar los empleos existentes y generar otros.
El plan contemplaba la creación inmediata de la banca estatal para el fomento productivo, que se encargara de otorgar financiamiento oportuno a los diferentes sectores económicos, principalmente a los micro, pequeños y medianos empresarios y empresarias.
Creación del Sistema de protección social universal.
El mandatario afirmó en torno a los ingresos: “iniciaremos inmediatamente un programa de combate a la elusión, la evasión, el contrabando y la corrupción”.
“Un dialogo nacional para la definición de una estrategia de desarrollo, que incluya un acuerdo sobre el empleo y la política fiscal. Además, crearemos en el corto plazo, El Consejo Económico Social”.
“Hacer una revolución ética. El bien público no puede ser confundido con el bien personal y la ética de los favores tiene que ser sustituida por la ética de la competencia sana y democrática”. Su gobierno, según afirmó sería”… de la meritocracia, no el gobierno de privilegios de familias, de abuso de clientelas y de los vicios de padrinazgos sombríos.
Derechos, sí, para todos. Privilegios, no, para nadie”.
Que su gobierno se regiría por el pensamiento, palabra y memoria de monseñor Oscar Arnulfo Romero, “mi maestro y guía espiritual de la nación”.
Que su gobierno priorizaría la transparencia, la honestidad, la cualificación de funcionarios y funcionarias.
La gran ausencia en su discurso fue la situación de crisis ambiental y el déficit en la gestión estratégica de riesgos. El discurso puede decirse priorizaba lo económico sobre lo ambiental, aunque hay aspectos sociales interesantes y de avance.
Entre los avances sociales se encuentran programas de Salud Pública, como anteponer la prevención sobre lo curativo; en Educación el programa ambiental, la dotación de implementos escolares como uniformes. El Sistema de protección Universal puede decir que tiene avances al apoyar con un bono a las personas mayores de 70 años, ubicadas en zonas rurales y urbanas pobres, entre otras.
Los Déficit de gobierno más obvio son la seguridad pública pues se continúa implementando la política del castigo antes de la prevención, cuando ambos aspectos son complementarios inclusive con un sistema socioeconómico incluyente y más justo respecto a la distribución de la riqueza. El problema ha crecido a tal punto que el gobierno está haciendo uso de los recursos humanos y logísticos de la Fuerza Armada, aún cuando se violentan aspectos de los Acuerdos de Paz.
El dialogo social, incluida la interlocución con la sociedad civil, se ha pretendido realizar en la vía bilateral y construyendo el Concejo Económico Social, que marcha a paso lento y con presencia impresionante de la gran empresa privada. Empresa que sí ha demostrado fuerza e incidencia con el gobierno del presidente Funes, tal como lo indica la puja y triunfo que hicieron recientemente las empresas de telefonía.
El entorno del empleo también ha dejado sinsabores, así como las denuncias sobre transparencia, realizadas por ex funcionarios como el Doctor Sevilla.
Como nuestro esfuerzo se encamina hacia lo ambiental, llámese lucha contra la minería metálica, el cuido de nuestra agua, la gestión estratégica de riesgos, la lucha contra las represas hidroeléctricas, especialmente El Chaparral, que actualmente se construye, y otras que se tienen proyectadas.
Debemos decir lo siguiente, al señor Presidente Funes.
1- Que si bien es cierto, el presente gobierno heredó de sus predecesores un país depredado, sin políticas ambientales serias, con infracciones constantes a las leyes existentes, sin recursos y en crisis económica, su respuesta en el tema ha sido lenta y tímida, casi, por decirlo en tono moderado, olvidando que lo ambiental es parte importante del sistema de la vida del país. Y como sistema debe entenderse lo económico, lo social, lo ambiental y la vida diversa que el planeta cobija, que nuestro suelo bendito tiene, incluidos mujeres y hombres.
2- Que el estilo presidencial ha sido marcado por una centralización y una voluntad férrea de controlar lo que el señor Presidente considera como elementos prioritarios de su plan de gobierno. Inclusive su propuesta y visión ha marcado, como sus antecesores, el caminar de la Asamblea Legislativa en torno a la aprobación de leyes o reformas a las mismas como las tarifas a las empresas telefónicas.
3- Que la tormenta tropical Agatha ha dejado lecciones sobre como deben manejarse las emergencias, experiencias que pueden extenderse a otras áreas gubernamentales: como el trabajo coordinado del equipo de gobierno, la relativa autonomía de sus ministros y ministras y la presencia interesante del jefe de estado, en lugares en crisis. Felicitamos su actuación en la zona del Picacho, la pronta declaratoria de los diferentes niveles de alertas.
4- Que los desastres de los últimos 20 años y los de este último con IDA y Agatha a la cabeza, hacen urgente un concenso nacional para instaurar la Política Estratégica de Gestión de los Riesgos, con ciclo reactivo, correctivo y prospectivo.
5- También debe ser más humilde en torno a los urgentes recursos que se necesitan para solventar las emergencias y los posteriores pasos hacia la rehabilitación y reconstrucción. Los más de dos millones de dólares que se dijo hay para responder a la actual emergencia nacional, no son suficientes ni para ello, según nuestra valoración por los reportes y recorridos que se ha hecho a lo largo del territorio impactado.
6- La reconstrucción, la visión correctiva y prospectiva de riesgos, implica una fuerte inversión y colaboración externa, además de un coordinado presupuesto nacional.
7- Que debe acompañar procesos de la sociedad civil como la propuesta de ley contra la minería metálica, la ley de aguas, establecer y buscar energías renovables y más armoniosas con el ambiente.
Al Ministerio de Gobernación, especialmente a la Dirección Nacional de Protección Civil:
1- Que nos acompañe en nuestra lucha por la política de gestión de riesgos.
2- Que nos acompañe en nuestra propuesta de reforma de la ley de protección civil, prevención y mitigación de desastres.
3- Que si bien es cierto ha iniciado el proceso de instaurar el Sistema Nacional de Protección Civil, y es plausible que lo haya hecho, debe ampliarlo de tal modo que las voces ciudadanas y de redes como la Mesa Permanente para la Gestión de los Riesgos, estén presentes. Debe acompañarnos en el proceso de legalización y fortalecimiento de más de 200 comisiones comunales de protección civil, organizadas por instituciones de la MPGR.
Al Ministerio de Medio Ambiente:
1- Lo felicitamos por el programa de residuos sólidos, por su área de participación ciudadana y gestión de riesgos, por darle agilidad al SNET, por su programa de áreas protegidas, pero
2- Que nos acompañen en los tres puntos solicitados al Ministerio de Gobernación.
3- Que nos acompañe en nuestra gestión por la ley de ordenamiento territorial y otras como la de aguas y contra la minería metálica. Que nos acompañe en detener procesos de construcción de más hidroeléctricas, y que contribuya al rumbo de las energías renovables.
Al Ministerio de Obras Públicas:
1- Que está bien tener un área de atención comunitaria y social, que genera receptividad a las demandas de la población, pero lo llamamos:
2- Que sus obras nuevas sean planificadas respetando parámetros de la gestión estratégica de riesgos y que las ya construidas o en reparación, se haga utilizando igual visión. Necesitamos planificación de infraestructura pública pensando en los seres humanos, más que en el transporte comercial.
A la Asamblea Legislativa,
1- que si bien es cierto, que en mayo anterior, cumplieron su primer año como grupo parlamentario, también les demandamos:
2- No haber decretado una eficaz y participativa ley de Ordenamiento Territorial.
3- Tener engavetadas propuestas como la ley de aguas, reformas de la ley de protección civil, prevención y mitigación de desastres.
4- No reglamentar al ejecutivo un presupuesto ordenando y con visión estratégica de desarrollo sustentable.
5- No decretar una ley contra la minería metálica.
6- Que sigue predominando la visión partidaria con enfoque empresarial, de ganancia y mercantilizando lo que ellos piensan que son inagotables fuentes de recursos naturales. Aprovechamos para decir, que los partidos políticos se han ganado las constantes “sospechas” de la mayoría de la población, porque mucho de su liderazgo no son vistos trabajando para el bien de la nación, con transparencia y honestidad.
A la Fiscalía General de la República y a la Corte Suprema de Justicia:
1- Fortalecer la Unidad Ambiental de la Fiscalía, y seguir con responsabilidad los procesos ambientales tanto los demandados por la ciudadanía, como lo que por competencia y oficio deben aperturar por propia iniciativa.
2- La Corte Suprema debe establecer cuanto antes los Tribunales Ambientales.
El gobierno del Presidente Funes y los demás entes del estado mencionados, deben tomar en cuenta:
Nuestra madre tierra, la Pachamama, la universal Gaiia, nos está avisando que tenemos que cambiar, que tenemos que transformar desde nuestro pensamiento, nuestra cultura, nuestra educación, hasta la forma en que vivimos. No podemos seguir consumiendo más de lo que el Planeta puede renovar. Los seres humanos, mujeres y hombres, estamos aniquilando especies, biodiversidad, violentando el derecho sagrado a la vida.
Por esto y lo anteriormente mencionado, debería adherirse nuestro gobierno al Acuerdo alcanzado en la Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático y derechos de la Madre Tierra, cumbre donde estuvieron representantes de 70 gobiernos, que al final de la jornada, señalaron que “nuestra Madre Tierra se ha visto seriamente dañada y que el futuro de la humanidad está en peligro. Los niveles actuales de calentamiento están dañando los bosques, las montañas y otros ecosistemas, derritiendo la nieve y los glaciares, adelgazando las capas de hielo, causando que los océanos se eleven y se acidifiquen, amenazando a los arrecifes de coral e intensificando las sequías e inundaciones, incendios y fenómenos meteorológicos extremos y que estos efectos adversos amenazan con empeorar a medida que el calentamiento ya comprometido en los sistemas de la Tierra haga efecto”.
Que se debe “establecer un límite adecuado al calentamiento global y que con un aumento en el calentamiento global de 2 º C, existe una probabilidad del 50% que los daños causados a nuestra Madre Tierra serían totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Así mismo, se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya supera mil millones de personas”.
Que el Estado Salvadoreño debe sumarse, unirse a hacer frente a las causas del cambio climático, incluyendo la eliminación de modelos insostenibles de consumo y producción como lo sustentan los denominados países desarrollados.
“Entendiendo que un sistema de mercados sin trabas y no reglamentado ha dado lugar a la priorización de la extrema competencia de las ganancias y el crecimiento, y que esto ha separado a la humanidad de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ella, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, y la vida misma”.
Y “Reconociendo, que la Madre Tierra es un sistema vivo, con el que tenemos una relación indivisible, interdependiente y complementaria”.
Un pueblo que evita riesgos, previene muchos desastres.
San Salvador, 1 de junio de 2010.