AHClaV un nuevo enfoque de trabajo con y para hombres revisando y cuestionado sus masculinidades.

La violencia hacia la mujer ha sido y será una temática que estará en las marquesinas en los tabloides, en los diarios nacionales e internacionales y quizás será la portada de muchísimas investigaciones a nivel nacional e internacional, digo nacional a pesar de que los salvadoreños no les apostemos a la investigación de la forma en que deberíamos, uno de los temas más controversiales es el de la violencia intrafamiliar y una de las criticas más comunes es porque la mujer siendo violentada puede seguir conviviendo con esa persona que es la que maltrata directamente, según estudios las mujeres maltratadas pueden pasar de cinco a diez años siendo víctimas de maltrato, debido a una combinación entre el síndrome de Estocolmo y un apego emocional afectado, este apego no solamente está amarrado a la situación económica sino a la presencia de esa figura de supuesta autoridad que es la que debe de estar en cada uno de los hogares, también se da debido a las razones siguientes, entre las más comunes por las cuales la mujer no se aleja es porque la educaron para perdonar al hombre y que ella no sería una buena mujer si el hombre la abandonaba, el miedo al que dirán o a cuanto sufrirán los hijos es otra de las razones por las cuales soportan tanto maltrato, siendo víctimas y partes del famoso circulo de la violencia que es responsabilidad de todos y todas erradicar, considero que como estado deberíamos de ofrecer todas las oportunidades socioeducativas necesarias para deconstruir esta educación machista que tanto daño le ha hecho a las generaciones, en mi práctica clínica que la mayoría es con adolescentes he descubierto que asistiéndome obviamente de la terapia sistémica la que ve a la familia como un todo y el observar problemas de cualquier índole en uno de los miembros entendemos que todo el sistema familiar está mal, he concluido que la gran mayoría de problemas de carácter psicológico es gracias al patriarcado hegemónico que sigue dejando huellas de generación en generación, son los padres y madres los que están marcando para toda la vida de una forma negativa a sus hijos e hijas, padres que siguen educando en base a torturas no les puedo llamar castigos físicos por que se queda muy pequeña esa palabra, padres de denigran, que humillan, que violan, que explotan sexualmente, tenemos realmente mucho trabajo por hacer y como dice uno de mis principios favoritos de la CDN Y LEPINA, es corresponsabilidad de la familia, el estado y la sociedad comenzar a luchar para erradicar la violencia basada en genero que tiene muchísima más relevancia que la que todos y todas le hemos dado, me atrevería a decir que es causante de la mayoría de problemáticas sociales de las cuales estamos siendo víctimas, pero tenemos que apostarle al desarrollo social sostenible de El Salvador, basado en la creación de instituciones que realmente tengan entre sus líneas a personas comprometidas con los cambios de pensamientos machistas, personas que le apuesten a la NO VIOLENCIA las 24 horas del día no solamente las ocho horas de su trabajo, ya no necesitamos cambiadores del mundo de los que pasan 24 horas en sus escritorios escribiendo historietas de lo que es nuestra realidad, necesitamos personas entregadas a trabajar por y para la comunidad, que escriban diagnósticos comunitarios reales desde las comunidades y crear planes de acción orientadas a esas necesidades reales, no a los lineamientos del gobierno de turno o lo que es lo mismo a intereses partidarios, necesitamos HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, que luchen todos los días por esa sociedad justa e igualitaria con la al soñamos y estamos dispuestos a trabajar por ella.

EMILIO PACHECO
HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA EL SALVADOR.