13/09/2010
Es una problemática que se potenció con el uso de nuevas tecnologías, sobre todo, de Internet. Para prevenir, los padres deben capacitarse en el uso de esas herramientas. Pero, también, generar diálogo y confianza con sus hijos.
De la Redacción de El Litoral
La pedofilia asociada a la pornografía infantil no representa un fenómeno exclusivo de esta época. Pero las nuevas tecnologías y sus alcances potenciaron las posibilidades para que este drama alcance dimensiones inéditas en otro tiempo. “Siempre hubo pornografía infantil, pero tradicionalmente costaba mucho. Ahora hay una parafernalia tecnológica que permite que eso, que antes se hacía en un lugar reducido con un reducido grupo de personas, se haya magnificado a nivel planetario”, aseguró el comisario inspector Rodolfo Koleff, titular de la Cátedra Delitos en Tecnología de la Escuela Superior de la Policía Federal.
De hecho, el negocio que se montó en torno a esta problemática alcanza en la actualidad cifras abrumadoras a nivel mundial (ver aparte). Y lo que reviste mayor gravedad es que, por las facilidades que supone el acceso a Internet, los niños se ven altamente expuestos. En ese contexto cobra relevancia el rol de los padres para una prevención efectiva, sobre todo en la certeza de que hoy los chicos, en general, están más adiestrados que los adultos en el manejo de nuevas tecnologías. “La mejor prevención comienza por casa”, explicó enfáticamente, Koleff.
Para abordar el tema “hoy estamos acuñando un concepto que es la brecha digital familiar, donde el conocimiento del padre no es el mismo que el del niño. Es más, el niño supera al padre”, sostuvo. Sobre esa base, la primera recomendación para los padres “es que se pongan a estudiar y se preparen para conocer las nuevas tecnologías. No va más aquello de que “Le compro la computadora a mi hijo y que se encargue él’”, remarcó.
No dejar datos
Entre los principales peligros que aparecen en torno a este problema figura el del robo de identidad. En tal sentido, algo que es fundamental es enseñar a los chicos a que no dejen datos personales en la web, aún cuando sean cosas que puedan parecer poco relevantes. Koleff admite que siempre apela al mismo ejemplo, pero que resulta efectivo: el nombre de usuario (supuesto) cele99. “Para una persona que está ávida, en la búsqueda, resulta fácil deducir que es una nena llamada Celeste nacida en 1999”, ejemplificó. Por eso, la función de los padres, además de capacitarse, consiste en estar abiertos, escuchar a sus hijos y generar confianza. “La peor parte del ciberacoso es que el chico no quiere contar al papá lo que le pasó”, señaló.
A partir de su experiencia en investigación, Koleff aseguró que es posible trazar un perfil de una persona con tendencias pedófilas. “Podemos decir que, ante las nuevas tecnologías, es una persona instruida. No tiene características de casado o soltero, pero está integrado socialmente. Suele ser profesional, con mucho conocimiento en Informática, que sabe cómo moverse, evadir controles y ocultarse”, describió. “Otra característica es ser altamente seductor, entrador, a pesar de que por dentro esté muy vacío”, apuntó.
Jornada
Koleff, junto al director de Asuntos Jurídicos y Corporativos de Región Cono Sur de Microsoft, Jorge J. Vega Iracelay, disertó en una jornada sobre delitos informáticos vinculados a la pornografía infantil, que se realizó este jueves en la ciudad de Santa Fe. La actividad, organizada por la Defensoría del Pueblo de la provincia, tuvo como escenario al Teatro Municipal, dirigida a docentes y público en general.
En ese marco, Iracelay presentó la conferencia: “Acciones de Microsoft contra la Discriminación. Ciber Ética. Cómo navegar protegido. Alfabetización digital”, mientras que Koleff abordó “La pedofilia y la pornografía infantil en Internet. Ciberacoso, victimización tecnológica, tolerancia social, legislación y prevención”.
Tenencia, distribución y leyes
En la Argentina, sólo está penalizada la tenencia de pornografía con fines de distribución y comercialización.
“Lo que nosotros tratamos es que se contemple la simple tenencia, porque en todos los procedimientos que hemos tenido, lo que uno ve es que no tienen una, sino miles de fotos”, explicó Koleff. Recordó que en países como Brasil y Chile está penalizada la tenencia de material de estas características y señaló que Argentina “es uno de los mayores consumidores de pornografía infantil en Latinoamérica”.
Uno de los principales escollos para la realización de los controles pasa por el hecho de que se trata de delitos virtuales, que exceden todo tipo de fronteras. “Y no hay una legislación legislación global, los países tienden a crear sus propias legislaciones”, planteó