DESARROLLO: EL PERDON Y EL SERVICIO
El Ajmaq es un día reconciliador. Es un día grande porque en nuestro mundo, en nuestra manera de vivir, cometemos muchos errores. Este día es especial para orientarnos, de que debemos hacer el bien y de evitar el mal ; nos enseña a no buscar problemas con nuestros hermanos. Este día nos ordena a hacer el bien, a ser un ejemplo para los demás. A no manchar nuestro destino. Haz el bien y bien cosecharas.
Debes demostrar respeto a todo ser humano por igual, grandes, pequeños, hombres, mujeres, ancianos, padres, niños, maestros y autoridades, todos merecen respeto. Si siembras el mal, mal cosecharas. Con la misma medida que lo hiciste así te han de medir a ti. Si matas con hierro a hierro morirás ; si matas con bala a bala morirás. Si pones trampas a alguien así tú también terminaras. Haz el bien, se un ejemplo y siempre serás bendecido.
El Ajmaq es tierra, espíritu de los abuelos. El AJMaq, es como una cortina de humo que nos oculta delante de la presencia del Ajaw.
Ajmaq es también el perdón, el día de la introspección. En la antigüedad, era un día de guardar, en el que se reflexionaba sobre nuestros actos y sus consecuencias, sean estas conscientes o inconscientes, solo se salía a dar una ofrenda o a pedir perdón a los afectados, y a las ceremonias a escuchar las tradiciones. La recapitulación de la vida en general y del último winal (ciclo de 20 días) era una forma de mantener el equilibrio en el Mundo Maya clásico. Se pedía perdón a la Madre Tierra por los abusos y se daba gracias por los beneficios recibidos.
Es el día en el que los grandes sabios imparten sus enseñanzas. Comunica a los ancianos con su comunidad. Es la conciencia planetaria y el espacio exterior. Representa a los abuelos y la sabiduría ancestral. Para ellos el mayor error e irresponsabilidad (Maq), es no creer en el único Ser; pero lo mismo a no servir y recordar al Corazón de la Tierra. Por eso este es el día propicio para pedir perdón por las ofensas que se han cometido.