LPG: Policías dejan la calle por labor pastoral

Me cuesta mucho leer los periodicos de mi pais, de cada noticia que publican ponen el amarillismo caracteristico de una sociedad monetizada, comercializada y de libre mercado, donde vale siempre quien mas tiene, donde la balanza se mueve por intereses economicos y politicos, pero en fin, logre ver esta publicacion y lo primero que se me vino a la mente fue el viejo dicho de mi abuelo "zapatero a tu zapato", he facilitado talleres a agentes de la policia y no he cobrado nada de dinero, creo que este cuerpo de servicio y proteccion a la poblacion es estrategico en la construccion de una nueva masculinidad libre de violencia, tanto en su vida profesional como familiar, como organizacion estamos luchando por un estado laico y eso tambien se lleva a las instituciones como esta, no le veo razon para que agentes esten orando (gastandose presupuesto e impuestos que yo pago) y en mi colonia (controlada por una pandilla) se esten dando extorciones y muertes, que en las gradas de mi casa a diario se pongan a drogarse, que mis hijas despues de las 6 de la tarde ya no puedan salir a los pasajes y que vivamos encarcelados en nuestras viviendas, pronto voy a publicar sobre esta situacion y se llamara "jugando al gato y le raton" es mi version de como veo la inseguridad en donde me muevo a diario.      

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

A pesar de la necesidad de más policías y de haber invertido $95,000 en su formación en la PNC existen 19 efectivos que no realizan tareas de seguridad, situación que el director dice ignorar.

Escrito por Tania Membreño

Domingo, 04 abril 2010 00:00
La Prensa Grafica, El Salvador.

Es un policía que viste una camisa blanca manga larga, corbata y pantalón gris. No lleva un arma desde hace cuatro años. Mueve las manos, levanta la mirada. Ya no arriesga su vida, intercede ante Dios por la de sus compañeros que día a día salen a las calles a tratar de bajar los niveles epidémicos de la violencia.


Es el agente Jorge Martínez. Está destacado en la delegación centro de San Salvador, tiene una oficina en la cuarta planta y no viste uniforme.

-Buenas tardes, Dios me la bendiga.

Es el saludo cotidiano del agente convertido en pastor del Ministerio Cristiano Policial.

Al dejar a un lado el uniforme y su arma de equipo, también dejó de patrullar, de cuidar a la población, de investigar, de custodiar escenas de homicidios. Ahora lleva una Biblia, sonríe, habla de Dios, comparte su palabra y sonríe.

En la planilla salarial de la corporación el agente Martínez no tiene ningún distintivo, él recibe el salario como el resto de agentes, que desde hace 15 días están acuartelados en los puestos de la PNC, y cumplen horarios extenuantes, precisamente, por la necesidad de más policías en las calles.

-A ellos, ¿cómo les pagan?

-No, igual, como a un policía. Ellos siguen siendo policías. Explica René González, coordinador del Ministerio Cristiano Policial.

- ¿Pero, ellos ya no hacen labores de policía, actividades operativas?

-No, ellos como pastores hacen por ejemplo la función de..., en formaciones se dan charlas de ética policial que está relacionado con los valores. Después de esa actividad tenemos devocionales en horas del mediodía donde se comparte la palabra de Dios. También tenemos desayunos para motivar al personal, pedimos al jefe de la unidad que nos dé unos 40 elementos, les llevamos desayunos y compartimos la palabra de Dios.

El agente Martínez no es el único que recibe un salario de policía por transmitir la palabra de Dios al interior de la corporación. En total son 19 los miembros de la PNC que se mueven con su Biblia, oran y dan bendiciones a sus compañeros.

El director de la PNC, Carlos Ascencio, asegura que desconoce que policías de carrera solo realicen actividades religiosas. “Es un tema que lo vamos a revisar, yo no estoy del todo convencido de que haya personal en actividades que no le corresponde porque yo entiendo que son pastores que vienen de las iglesias, y no son policías”.

Los pastores policiales son cuatro sargentos, tres cabos y 12 agentes, todos graduados de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). Para su formación como policías, el Estado invirtió un aproximado de $95,000 para formarlos como tal, al tomar en cuenta que por cada agente la academia invierte un promedio de $5,000.

El coordinador del Ministerio Cristiano Policial asegura que hace cuatro años, el entonces director de la PNC, Rodrigo Ávila, avaló que los 19 policías estudiaran teología con una beca ofrecida por el Tabernáculo Bíblico de los Amigos de Israel. Así se convirtieron en pastores.

La falta de policías constituye, según las autoridades, uno de los obstáculos en la lucha contra la delincuencia. Ahora por cada agente policial en las calles hay 322 pobladores a los que deben cuidar.

La situación varía de acuerdo a las condiciones delincuenciales de los municipios, como el caso de Colón (La Libertad) considerado por las autoridades como de los más violentos. Ahí, el jefe policial de esa delegación, Julio César Marroquín, ha decidido uniformar al pastor.

Es un sargento que desde hace un mes viste su uniforme azul y está asignado al sistema de emergencia 911. “Estoy de acuerdo que se debe transmitir la palabra de Dios, pero nosotros necesitamos personal, y él (policía) puede hablar de Dios uniformado y también en sus horas libres, en eso hemos quedado,” señala el oficial.

El presidente Mauricio Funes ha señalado la urgencia de formar más policías. En su discurso de traspaso de mando de la dirección policial, el pasado 11 de junio, el mandatario anunció que incrementaría la plantilla policial para distribuirlos en los 25 municipios más peligrosos. Las autoridades consideran que la cifra de 19,000 policías activos no son suficientes para reducir la delincuencia. Pese a ello, se conoce que varios jefes policiales tienen asignados hasta cinco agentes como su seguridad personal.

Ante esas limitantes de personal, incluso las autoridades de la Policía decidieron recibir a un grupo de agentes que abandonaron la corporación, después de varios años. Con un curso de actualización en la Academia forman de nuevo 87 agentes para incorporarse a las filas policiales.

Mientras, la Policía continúa en la búsqueda de más personal, los pastores policías continuarán orando por sus compañeros antiguos y nuevos.