13/01/2010
Los sacerdotes que se manchan del "crimen gravísimo" de la pederastía además de ser sometidos al juicio de las leyes eclesiásticas, serán entregados a los tribunales civiles para ser juzgados y condenados, afirmó el cardenal Claudio Hummes, prefecto para la Congregación del Clero.
Entrevistado por el diario del Vaticano, LOsservatore Romano, dijo que en Irlanda, con el caso de los curas pederastas, ocurrió "un hecho muy doloroso que afecta antes que nada a las víctimas, pero también hiere profundamente el corazón de la Iglesia católica".
"Para determinar las causas de tanto mal se debe ir hasta el fondo, incluso recurriendo a la justicia ordinaria", añadió.
Dijo que "desgraciadamente en una sociedad poco inclinada a ir hasta el fondo en busca de la verdad, resulta afectada la imagen del sacerdote, sobre todo porque los medios apuntan sus reflectores sobre estos hechos, más que sobre las cosas buenas que hace la gran mayoría (de ellos)".
"El doloroso caso irlandés, por el que entre otras cosas algunos obispos se asumieron su responsabilidad y se hicieron a un lado, no puede referirse a todo el ministerio episcopal", insistió.
El purpurado brasileño aseguró que los obispos "son buenos padres para sus sacerdotes" y que aunque existen situaciones "reprobables", se trata "desgraciadamente de situaciones ligadas a la condición humana".
El pasado 11 de diciembre, el papa Benedicto XVI anunció, al recibir a la cúpula de la Iglesia irlandesa, que no habría tolerancia hacia los curas pederastas.
El Pontífice dijo sentir "rabia y verguenza" por lo ocurrido y aseguró que quien se haya equivocado lo pagará.
Benedicto XVI recibió el Reporte Murphy, una investigación hecha por el gobierno de Irlanda del Norte sobre los abusos sexuales cometidos por 46 sacerdotes de la diócesis de Dublín de 1975 a 2004 contra cientos de menores.
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