Memorias de una Vigilia -Cabañas, 8 y 9 de enero de 2010-Compartir
Ayer a las 20:30
Geovani Montalvo
Llegando a la comunidad Trinidad en el departamento de Cabañas, bajo las referencias del “desvío al Guayabo por el Cerrón Grande” nos detuvo un “reten” de policías, y estacionado el carro en el que me conducía una cortina espesa de humo se elevó lentamente dando cuenta de las largas horas de viaje en una carretera de tierra suelta.
“Nos dirigimos a la vigilia” se escucha una voz entusiasta desde el interior del vehiculo, una frase dirigida a los agentes de la policía, seguramente para abrir paso en medio de tres conos amarillos que impedían el transito vehicular.
Un hombre uniformado con una placa, armas de fuego y al asecho solicita algunos documentos al conductor y pregunta sobre nuestra procedencia, anotando en una libreta e inconforme con la respuesta continúa indagando sobre nuestro trabajo y vida personal.
Al saber que éramos seis jóvenes de una organización comunitaria que trabaja con el agua y que hacemos periodismo, cuestiona -alargando la conversación- ¿Dónde estudian?, ¿Ejercen ya el periodismo o solo hacen horas sociales?, ¡Con cuidado jóvenes! sugiere.
Descubrimos, al seguir el camino hacia el lugar de la vigilia, un fuerte operativo de seguridad policial. En la oscuridad del pueblo, se escondían patrullas y agentes garantizando “tranquilidad” en la actividad.
A pesar de ello, la intranquilidad y la indignación se apoderaron de mi cuando puse mis pies en la tierra manchada de sangre del cantón Trinidad e igual que el misterio cristiano de las tres personas representadas en una sola, así tres muertes se convertían en un solo grito de clamor exigiendo justicia y “el turno del ofendido”.
Ramiro Rivera Gómez, fue asesinado el 20 de diciembre de 2009 en la comunidad Trinidad a pesar de contar con seguridad policial por ser un testigo y amigo de Marcelo Gustavo Rivera, asesinado el 28 de junio en San Isidro, Cabañas.
Una semana después del asesinato de Ramiro, el 26 de diciembre asesinaron también en Trinidad a Dora Alicia Recinos quien llevaba ocho meses en su vientre a quien sería Enmanuel Recinos, esposa e hijo respectivamente del “compañero Santos”.
Brutales asesinatos de personas que integraban, militaban y estaban vinculadas con la lucha contra la explotación minera metálica en El Salvador por la empresa Pacific Rim -de capital canadiense-.
Pero ¿Qué pasa en el tranquilo pueblo de Trinidad? Donde la delincuencia y las pandillas no tienen presencia en la vida cotidiana de la gente de ese lugar. Sucede que la Pacific Rim quiere sacar oro y plata de estas tierras a costa de la destrucción del medio ambiente y de la población de Trinidad en Cabañas.
“Vos estas resucitando en cada brazo que se alza para defender al pueblo del dominio explotador” es un fragmento del Credo que se canta en la misa campesina y que nos alertaba que habíamos llegado a la vigilia ecuménica y artística en solidaridad con los familiares, amigos y amigas de los “mártires ambientales de El Salvador”.
Después de cenar dos tamales e identificar a algunos amigos y amigas, escuché al Padre Luis Quintanilla, quien desde la tarima exhortaba a “expresar nuestros sentimientos de amor y solidaridad, y nuestro compromiso de lucha”.
“Si observamos la manera en que se han llevado a cabo estos crímenes, los recursos utilizados, la logística que han movilizado, las comunicaciones, el armamento que se ha utilizado, sin duda alguna, para nosotros esto es resultado de un proceso debidamente premeditado, debidamente planificado, debidamente financiado” me dice Edgardo Mira de CEICOM.
“Como el procurador (para la Defensa de los Derechos Humanos) lo dijo, ha habido negligencia de parte de la fiscalía y de parte de la policía, nosotros también lo hemos sentido en la localidad” me afirma Videlina Morales de ADES Santa Marta, quien espera más del nuevo gobierno y exige justicia.
“Estamos aquí, expresando nuestra solidaridad con nuestros compañeros mártires que han sido asesinados por estar defendiendo la vida, aquí en El Salvador. Estamos concientes de que la muerte de ellos ha sido por estarse oponiendo a proyectos de contaminación como es la explotación minera” me denuncia Ricardo Navarro de CESTA.
“También hay que señalar que diputados de la Asamblea Legislativa, en concreto, el actual presidente (de la asamblea) don Ciro Cruz Zepeda y su partido el PCN, han sido de los que han apoyado que haya explotación minera en El Salvador, por lo tanto, ellos también comparten la responsabilidad criminal de las 4 muertes que han habido acá” agrega.
Acercándose la media noche en la comunidad Trinidad, el animador anuncia que “tenemos información que entre nosotros andan los asesinos, les pedimos que tengan los ojos bien abiertos y que ni piensen en tocar a uno de los nuestros”.
Este anuncio pone en alerta a la asamblea reunida y segundos después, se observa cómo los policías se movilizan a puntos estratégicos y algunos refuerzan la protección a dirigentes ambientales locales amenazados, entre ellos a José Serafín Mejía Mejía, quien tiene 48 años de vivir en Trinidad.
Avanzada la madrugada, cuando el sueño era combatido con música, café y conversas, el débil anuncio del nuevo día animaba a finalizar la vigilia con fuerzas renovadas para continuar celebrando la vida y la resistencia.
“Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos” .
Memorias de una Vigilia
No hay comentarios:
Publicar un comentario