Después de haber sido testigos de la destrucción del mural de Llort en la catedral, ahora, al cruzar la calle, en el Palacio Nacional, se va a liquidar, sin ningún asco, el valiosísimo ARCHIVO GENERAL DE LA NACION. A la Secretaria de Cultura, Magdalena de Granadino, se le ocurrió un proyecto llamado “El Centro Vivo” y lo quiere montar a la carrera y sin ningún criterio ni asistencia técnica, utilizando el 40% el espacio que por décadas ha utilizado este insustituible archivo. Y lo quiere listo para inaugurarlo en estas “Fiestas” Agostinas para lo cual va a utilizar SOLDADOS en el desalojo de ésta impresionante colección de documentos históricos.
Yo (PAYÍN IMENDIA) fui usuario del Archivo por varios meses allá por 1989. Pasaba horas y horas metido ahí investigando para un proyecto biográfico que estaba desarrollando. Hice muy buena amistad con la Sra.Leistenschneider, una exquisita dama de hablar suave e intensa dedicación a su trabajo, que era la secretaria y atendía (En cuya memoria se debería rescatar este legado y llamarle al Archivo General de la Nación con su nombre!!). Ella, por ejemplo, había hecho una impresionante recopilación de la vida y ejecutorias de los presidentes salvadoreños que le había tomado muchos años, y sus perfiles los tenía nítidamente mecanografiados y pegados en modestos folders de oficina. Me impactó semejante trabajo, ni siquiera encuadernado y con un alto nivel de meticulosidad. También me impactó ver este archivo tan valioso, desvencijado, lleno de polvo, y gran parte de él metida en un sótano húmedo y oscuro con tanto documento y libros hospedando moho. Yo me tenía que poner una mascarilla para revisar libros y documentos por la abundancia de moho flotando en ellos.
Luego vinieron los acuerdos de paz 10 años más tarde. y ese día presencié como una turbamulta del FMLN se metió al Palacio, vandalizó y destruyó irremediablemente gran parte del archivo de la nación.
EL OTRO TESORO QUE SE VA A SER ELIMINADO. Años más tarde, me tocó hacer un video sobre UNA DE LAS BIBLIOTECAS PRIVADAS MAS GRANDES DE LATINO AMERICA, la Biblioteca Manuel Gallardo, el otro tesoro nacional --que posee cerca de 100,000 volúmenes--, y que había sido trasladada al Palacio porque el terremoto del 2001 había destruido la antigua casa de don Miguel Angel Gallardo en donde se alojó por décadas, en la ciudad de Santa Tecla. Allí video grabé miles y miles de libros, documentos, fotografías, periódicos, revistas, colecciones y enciclopedias, apilados a lo largo de varios salones, recogiendo polvo y deteriorándose.
Hay que denunciar esta maniobra de la Sra. Granadino (quien curiosamente, lleva el apellido de don David Granadino, el insigne músico santaneco, compositor el inmortal vals, "Bajo el Almendro") va a desahuciar definitivamente, estos dos tesoros nacionales. El que quiera conocer el legado cultural de El Salvador, que venga rápido porque se lo acaban...
(De mi compañero de colegio, Gregorio Bello Suazo, ex – Director General del Museo Nacional de Antropología recibí esta noticia que venía acompañada de una carta que transcribo para ustedes. POR FAVOR COMPARTANLA CON SU BASE DE DATOS)
¡LOS MERCADERES POLITIQUEROS SE HAN APODERADO DEL TEMPLO!
CARTA ABIERTA A LA OPINIÓN PÚBLICA SALVADOREÑA
Una amenaza pende sobre el Archivo General de la Nación (AGN): la Señora Secretaria de Cultura ha dado orden irrevocable de desocupar la mitad del espacio en que funciona el AGN, en la primera planta del Palacio Nacional, sin destinarle otro espacio para continuar funcionando, con lo cual pone en grave peligro el patrimonio cultural albergado en el AGN y el edificio del Palacio Nacional.
La actual Secretaria de Cultura, Magdalena de Granadino, tiene entre sus proyectos uno que implica reavivar la ciudad de San Salvador culturalmente hablando, llamado “Viva el Centro”. Este proyecto tiene dos grandes problemas: el primero, que quiere inaugurarlo en la primera semana de agosto, en el marco de las fiestas agostinas, o sea en menos de un mes; y el segundo, que quiere hacerlo en un espacio desde hace más de 40 años ocupado por el Archivo General de la Nación, que dicho sea de paso, es también una instancia de la Secretaría de Cultura, bajo la Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte (DNI).
Por la premura con que se quiere inaugurar el proyecto, al AGN no se le han solicitado informes técnicos sobre la factibilidad de la reducción de los espacios ocupados por el archivo. Tampoco sabemos si la Dirección de Patrimonio Cultural ha planteado que se trata de una edificación declarada Patrimonio Cultural del país, y que por tanto su uso se rige bajo ciertas normas.
Sin diálogo previo y sin ninguna advertencia, la dirección del AGN recibió la primera semana de julio la orden de desalojar el 50% del espacio que ocupa y de reducir su funcionamiento a la otra mitad de la primera planta del Palacio Nacional.
Cumplir dicha orden significaría acumular la documentación histórica del país en espacios no adecuados, y con ello poner en riesgo el patrimonio documental salvadoreño, contraviniendo la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural; y la salud de los empleados y las empleadas, ya que trabajar dentro de los depósitos documentales saturados o en sótanos implica estar en condiciones de poca luminosidad y en espacios de limitada circulación del aire, con ello se estaría violando
el reglamento de relaciones laborales del órgano Ejecutivo, inciso cuatro, que, sobre las condiciones de trabajo, señala que debe evitarse el sobreesfuerzo y hacinamiento.
También implicaría deshacer el trabajo de catalogación que se viene realizando desde 2011 y cerrar o limitar el servicio al público, con lo que se obstaculizaría la investigación histórica de El Salvador indefinidamente. Esta situación pondría al AGN en condiciones de incumplimiento a la Ley de Acceso a la Información, que obliga, en su Capítulo IV, a todas las instituciones púbicas a mantener los archivos organizados y a garantizar el acceso de la ciudadanía a la documentación.
Finalmente, el Archivo General de la Nación no podría seguir siendo el depositario de la documentación histórica que transfieren regularmente las demás instancias del Estado, ¿a dónde irá a parar esa valiosa documentación?, ¿quién se encargará de conservarla, organizarla y catalogarla?, ¿de qué manera el público, profesional de las Ciencias Sociales, podrá consultarla para explicar la historia de nuestro país?
Los empleados y empleadas del AGN hacemos un llamado a los profesionales de la historia y de las Ciencias Sociales, a las Universidades, así como a la ciudadanía en general a defender el funcionamiento del Archivo General de la Nación y a exigir que se garantice la preservación de una joya arquitectónica de principios de siglo XX como es el Palacio Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario