“Hay una pinza machista que atrapa a las mujeres y denigra a los hombres”. Éste es el mensaje clave de la campaña de promoción de la corresponsabilidad en las tareas del hogar lanzada por la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) con el lema “Rompamos la pinza machista”.
Existe una pinza invisible que es la que atrapa a las mujeres por partida doble. Por un lado están oprimidas por el machismo que sufren en el ámbito laboral, y por otro lado, la pinza aprieta también por lado del hogar, donde siguen siendo las ellas las que cargan con la mayor parte de las tareas.
Según la última encuesta realizada por el INE, en 2007, sobre Empleo del Tiempo, el 93% de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos lo realizan mujeres, lo que supone que ellas dedican tres horas más al día a estos menesteres que sus compañeros.
Desde AHIGE invitamos a los hombres a que rompan esa pinza machista, repartiendo de forma igualitaria las tareas del hogar y del cuidado. esta es, ante todo, una cuestión de justicia y derechos humanos.
Con la igualdad ganamos todos. Los hombres se pierden muchas cosas también por culpa del machismo. Se están perdiendo el cuidado de sus hijos, una relación de pareja en igualdad, e incluso pierden, con estas actitudes, salud y años de vida, debido a los comportamientos de riesgo que impone el machismo.
La campaña cuenta con unos materiales de difusión, con los que AHIGE quiere hacer llegar su mensaje: Un folleto dirigido a los hombres para que se corresponsabilicen y asuman su parte en el hogar, y un plan semanal donde se especifican las tareas del hogar, los días de la semana y las horas que cada uno dedica a su realización. Además se han repartido unos imanes de nevera para colgar dichos calendarios con un mensaje positivo: “En esta casa no hay pinza machista”.
También puedes ver el resto de material gráfico (histórico) del programa CO-RESPONDE en el apartado de Difusión gráfica.
¿Qué es CO-RESPONDE?
CO-RESPONDE es un programa de ámbito estatal desarrollado por AHIGE (Asociación de hombres por la igualdad de género) y subvencionado por el Instituto de la Mujer del Ministerio de Igualdad, dirigido a fomentar la corresponsabilidad doméstica y familiar en los hombres.
El programa CO-RESPONDE se define como un servicio de apoyo al fomento de la corresponsabilidad familiar. Tiene la especificidad de estar elaborado y gestionado por una Asociación de Hombres. Este hecho, permite establecer, como mensaje central del programa, modelos masculinos distintos a los tradicionales.
Desde estos modelos, los hombres asumimos nuestras responsabilidades domésticas y familiares desde la doble convicción de que, por un lado, es un acto de justicia necesaria hacia nuestras parejas y, por otro, se trata de un conjunto de habilidades y conocimientos que nos dotan de una mayor y necesaria autonomía personal, además de producirse un enorme proceso de enriquecimiento personal.
La corresponsabilidad familiar, o lo que es lo mismo, la necesaria implicación de los hombres en el co-mantenimiento y organización de las tareas domésticas y familiares (limpieza, comida, compras, mantenimiento del hogar, cuidado y educación de los hijos/as, etc.) es el contrapunto necesario para que pueda darse, efectivamente, la necesaria conciliación de la vida personal-familiar y la vida laboral.
Desde este punto de vista, la corresponsabilidad doméstica se establece como un instrumento previo y necesario que permitirá conseguir el objetivo de crear una sociedad en la que se dé una plena y real conciliación de la vida labora y familiar. Partimos de la premisa de que el hombre o, mejor dicho, el cambio necesario que se ha de dar en el hombre en la dirección de una mayor implicación en las responsabilidades domésticas y familiares, son un recurso básico con el que podemos y debemos contar en el camino hacia una plena conciliación de la vida laboral y la vida familiar. Sin esto, el problema de la conciliación seguirá siendo un problema de mujeres y, por tanto, la inmensa mayoría de los hombres seguirán sin sentirlo como propio. Las estadísticas oficiales, muestran cómo el tiempo que los hombres dedican a las tareas domésticas, es cinco veces inferior al que dedican las mujeres. Incluso más grave que el factor tiempo dedicado, está el de la falta de una verdadera corresponsabilidad ante la organización y relaciones familiares. A menudo, los hombres se mantienen en un papel secundario en los espacios descritos.
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