Hoy en día no existen normas a nivel mundial que controlen el comercio internacional de armas convencionales y ayuden a proteger los derechos humanos. La mayoría de los gobiernos sigue permitiendo el comercio irresponsable de armas, municiones y otro tipo de equipamiento militar y policial que provocan sufrimiento y matanzas entre la población de muchos países.
Cada año, cientos de miles de personas resultan muertas, heridas o violadas, o se ven obligadas a huir de sus hogares por la violencia armada. La labor de investigación de Amnistía Internacional muestra que la mayoría de los graves abusos contra los derechos humanos se cometen con armas pequeñas y ligeras, y otro tipo de equipamiento militar y policial.
Para proteger los derechos humanos, los gobiernos deben impedir que se pueda acceder a las armas con facilidad y deben regular firmemente su uso legal. Con demasiada frecuencia, las fuerzas armadas y la policía reciben un entrenamiento insuficiente y no rinden cuentas de sus actuaciones, si se toman como referencia las normas internacionales de derechos humanos. Los grupos de la oposición, los grupos parapoliciales o paramilitares, las bandas de delincuentes y la población civil pueden también acceder con facilidad a las armas y utilizarlas de manera inadecuada, en ocasiones de forma masiva. Los excedentes y las armas ilegales deben ser retirados y eliminados, y a los nuevos suministros deben aplicárseles restricciones urgentemente.
Para contribuir a detener las transferencias irresponsables de armas a escala mundial, Amnistía Internacional se ha unido a Oxfam y a la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras para poner en marcha la campaña Armas bajo Control.
La campaña Armas bajo Control pide un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas que establezca normas estrictas sobre la transferencia internacional de armas y que haga rendir cuentas a los proveedores y comerciantes de armas irresponsables.
El Tratado sobre el Comercio de Armas necesita de forma urgente una “regla de oro” que obligue a los gobiernos a detener las transferencias de armas en aquellos casos en los que exista un riesgo importante de que las armas se vayan a utilizar para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
Desde 2003, la campaña Armas bajo Control ha cosechado cada vez más éxitos. En sus inicios, sólo un puñado de gobiernos la apoyaba. Las peticiones realizadas a través de la campaña de Armas bajo Control consiguieron el apoyo de más de un millón de personas en todo el mundo. Las movilizaciones populares unidas a una acertada campaña de promoción en más de 100 países han logrado cifras históricas en la Asamblea General de la ONU con un número cada vez mayor de votos a favor de crear un tratado sólido y fuerte.
Sin embargo, ¿qué tipo de Tratado sobre el Comercio de Armas se establecerá? Las deliberaciones y las negociaciones formales sobre el texto del tratado se iniciarán en julio de 2010 y culminarán en una conferencia de la ONU en 2012. ¿Abarcará el tratado todos los tipos de transferencias de armas e incorporará una “regla de oro”? ¿Claudicarán los gobiernos que en este momento muestran su apoyo ante las escasas potencias escépticas que se han opuesto al tratado y que ahora pretenden salpicarlo de lagunas?Puedes unirte a la campaña Armas bajo Control y pedir un tratado sólido y fuerte, que contenga las normas apropiadas para que verdaderamente salve vidas, proteja el sustento de muchos e impida que se cometan nuevos abusos graves contra los derechos humanos.
http://www.controlarms.org/es/
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