Por BBC
En El Salvador la violencia es una situación a veces tan generalizada que rara vez sorprende. Según Naciones Unidas, este país centroamericano es uno de los más violentos en el mundo, y aun así, una historia publicada en la revista digital Factum sacudió a los salvadoreños y se hizo viral.
Tras años de investigación, de escuchar todo tipo de casos y frustrado por la respuestas de las instituciones, el antropólogo Juan José Martínez decidió escribir una columna en la que contaba una historia escalofriante de un director de escuela que abusaba sexualmente y sistemáticamente de sus estudiantes adolescentes.
Martínez describía cómo las niñas de entre 10 y 16 años que van a esa escuela saben que como mínimo tienen que darle un beso al director y de cómo éste se molesta si no lo hacen. Pero no tienen otra opción, o quizás sí: no estudiar. Sin embargo, lo que se sintió como una “bofetada” en las redes sociales fue cómo tras denunciar el caso a las autoridades, incluida Unicef, nadie pareció reaccionar.
“Lo común de los barrios es que sucedan violaciones, que sucedan homicidios y que en general haya un clima de terror en la población”, le explica a BBC Mundo Martínez. “Lo que me llevó a escribir fue la sorpresa que me llevo con las instituciones, en teoría enfocadas en trabajar estos temas como la niñez, abusos sexuales, etc”.
Pero lo que “realmente” lo decepcionó fue la respuesta que tuvo de Unicef. “Por dos razones: una es porque el estudio a través del cual me entero de este caso era para esa organización y en segundo lugar porque en caso de abuso sexual, que son muy concretos, sí que la institución podía hacer algo, o en todo caso tendrían un megáfono más grande que el mío”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Infancia confirmó que Martínez les presentó el caso. Sin embargo, el representante de Unicef en El Salvador Jonathan Lewis le aclaró a BBC Trending que su papel no es “seguir denuncias particulares”. “Hablamos con él, nos presentó la información y le dimos como siempre hacemos una lista de las instituciones que ofrecen asesoría (sobre el asunto)”.
Martínez siguió el consejo y tocó la puerta de varias organizaciones gubernamentales. Tal y como lo explica en su artículo titulado “Las niñas que violaron frente a nosotros” le dijeron que actuarían, que lo llamarían de vuelta, pero “nunca llamaron”.
Megáfono online
La frustración de Martínez lo hizo optar por otro megáfono. Su artículo tiene unas 40.000 visitas y más de 4.500 “me gusta” y otros 1.200 comentarios en Facebook.n Unicef, El Salvador tiene la tasa de exilio de población infantil más elevada del mundo.
“Increíble cómo las instituciones encargadas de velar y defender a la niñez se hacen las del ojo pacho. Definitivamente me indignó”, escribió la usuaria Barbarita Mejía.
“Pueden estar violando o matando una niña o niño y solo nos quejamos de que eso no debe hacerse. Nos damos la vuelta porque no es con nosotros, y aunque lo sea, cerramos los ojos, no queremos ver que estamos enfermos”, comentó Alejandro García por su parte.
Tanto el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia en El Salvador como la Procuraduría adjunta para la Defensa de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventudes le dijeron a BBC Mundo que sólo se enteraron del caso después de leer la historia en la revista.
“El mismo día que se publicó el reportaje le dimos seguimiento”, le explicó a BBC Mundo la procuradora Margarita de Guardado. “Estamos tratando de contactar al antropólogo porque (en la historia) no está identificada la persona de la procuraduría con la que habló”.
Ni el representante de Unicef ni la procuradora se mostraron sorprendidos por la historia. Si bien De Guardado explicó que no tienen registro de este caso particular, si tienen otros casos de denuncias parecidas en colegios públicos.
“La violencia relacionada con las bandas es uno de las mayores causas de inseguridad ciudadana”, señala Jonathan Lewis. “Se trata de un problema que afecta a menores todos los días”. Según datos de Unicef, en la última década más de 6.300 menores fueron asesinados en ese país.
Ante esta realidad, Martínez confiesa sentirse sorprendido por la reacción en las redes sociales. “Que a la clase media y la clase alta, que son los que tienen internet, le haya chocado columna, tiene que ver con lo poco que conocen los barrios en El Salvador”.
“Esto me sorprendió, no sabía que estábamos tan desconectados unos de otros. Haría falta que nos tomemos cinco minutos para hablar con las empleadas domésticas de las casas para darnos cuenta de la brutalidad que se vive en los barrios, y de lo común que es el abuso sexual en las mujeres, niñas y adolescentes”.
Fecha: 17 de marzo de 2015 a las 11:09
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