20/01/2010
Ya hay constancia de algunos abusos contra los menores errantes
* Se estima que el 48% de los afectados tiene menos de 18 años
María Teresa Benítez de Lugo ( Especial para EL MUNDO.es)
Ginebra
Actualizado martes 19/01/2010 12:17 horas
El seísmo de Haití, considerado por Naciones Unidas como el peor desastre de su historia, fragiliza aún más la vulnerabilidad de los niños que ya eran víctimas, antes del terremoto, de condiciones difíciles a causa de la descomposición de las familias, de la violencia doméstica o de la orfandad a causa del SIDA.
"Tememos que, tras la catástrofe, los miles de niños que vagabundean por las calles de Puerto Príncipe puedan ser víctimas de las redes de traficantes y que se reproduzcan situaciones como la del secuestro de 103 niños en Chad en 2007", comentó a ELMUNDO.es la portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Véronique Taveau.
Según la portavoz, esta institución vigila la situación muy de cerca y está muy preocupada por la cuestión. Ya se han denunciado numerosos casos de abusos y de violencias sexuales contra menores y la organización ha desplegado a equipos especialmente formados para prevenir este tipo de situaciones.
Situación precaria anterior
Los niños de Haití luchan desde hace años para sobrevivir. De acuerdo con cifras de UNICEF 3,8 millones de infantes se encontraban en 2009 en una situación de extrema vulnerabilidad ya que, debido a la pobreza, habían entrado en un engranaje de privaciones y malos tratos.
Naciones Unidas estima que entre los dos millones de víctimas del seísmo el 48% tienen menos de 18 años. "Por el momento no podemos avanzar cifras pero la situación es preocupante ya que hemos visto a muchos niños errando por las calles, perdidos y hambrientos que necesitan urgentemente asistencia y apoyo psicológico", declaró Taveau.
"En estos momentos la cuestión de los niños abandonados es prioritaria para UNICEF. Tenemos sobre el terreno a equipos especialmente formados que están identificando a los niños, porque es muy importante darles un nombre saber quienes son y de donde vienen", señaló la representante de la organización que se ocupa de la infancia.
Trabajo conjunto con otras ONG
"Estamos trabajando con la ONG Save the Children, con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y con la radio de la MINUSTAH, que ya ha empezado a emitir, para intentar encontrar a los familiares de muchos niños que se encuentran abandonados a su suerte", explicó.
Por otro lado, algunas ONG, como Proyecto Solidario, van a concentrar sus esfuerzos en la infancia. Su proyecto se basa en construir dos albergues para alojar, en cada uno, a 100 niños y niñas menores de 12 años de los que han quedado huérfanos en Puerto Príncipe, en el barrio Cite Soleil, y en la ciudad de Jacmel.
En ese hogar-escuela-taller los niños recibirán alojamiento, alimentación, educación y atención médico-sicológica para ayudarlos a superar el trauma y reemprender sus vidas.
"Sabemos que numerosas familias de todo el mundo, probablemente también españolas, han manifestado su interés para adoptar a niños de Haití pero nosotros privilegiamos, en el caso de una urgencia como la que se vive allí, la reunificación de las familias o la posibilidad de que los menores puedan crecer con un pariente cercano", observó.
Interrogada sobre las cuatro familias españolas que ya habían adoptado a niños haitianos pero que debido al terremoto no han podido ir a recogerlos, Taveau consideró que este caso es diferente y que corresponde al gobierno de Haití continuar con el procedimiento de adopción para entregar a los niños a sus familias de adopción.
En Haití sólo la mitad de los niños tenía acceso a la enseñanza primaria y la mayoría abandonaban sus estudios. Debido al seísmo no hay colegios y UNICEF va a instalar sobre el terreno dos tiendas de campaña de unos 100 m2 que servirán de centro de acogida para los niños donde serán atendidos y tendrán asistencia sicológica.
"Vamos a enviar material recreativo para niños y adolescentes para intentar recrear cuanto antes un contexto de normalidad ya que se trata de un grupo de la población extremamente vulnerable que sufría de malnutrición crónica y que se refugiaban a menudo en la prostitución para obtener comida. Intentaremos que esta situación no se degrade", concluyó.
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