1) Hombres que cambian (y se aprenden) el discurso machista y patriarcal por un discurso a favor de la equidad de género, sin haber revisado ni cuestionado su mundo subjetivo. Esto no lo ven necesario. Solo cambian algunos aspectos de su estructura cognitiva. 
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2) Hombres comprometidos por el cambio social, pero que no han revisado su socialización masculina ni su mundo subjetivo, porque lo consideran algo innecesario, un asunto “privado” o “personal” o una “desviación ideológica”.
3)Hombres que proponen una nueva masculinidad pero que surja a partir de políticas públicas y cambios sociales, sin que sea necesario el trabajo de base y personal con los hombres, el llamado “trabajo de hormiga” no lo consideran necesario.
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